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El trigo de los héroes

El trigo de los héroes
La bondad detrás de los atentados.


Por: Rodrigo Ramírez | Fuente: Buenas Noticias



Mi hermano es un lector asiduo de «Buenas Noticias». Cuando una vez se me ocurrió preguntarle qué le parecía, me dijo: «Interesante, pero las nuevas que comenta o da a conocer, no son del mismo calibre que las ‘malas noticias’ que recibimos cada día».

No le hice mucho caso, pero después de ver y leer las noticias acerca de la matanza en Beslán me quedé con la misma impresión. En Rusia 400 personas -la mayoría niños- mueren después de un cautiverio terrible. ¿Qué se puede decir de bueno cuando lo que está sucediendo en el mundo nos deja sin palabras?

Es cierto que lo ocurrido en Osetia es una barbaridad tremenda pero también es cierto que algunas de las personas envueltas en el horror de esos días actuaron heroicamente. Pienso, por ejemplo, en los adultos que acompañaban a los niños y que se sacrificaron por ellos. Pienso en aquel profesor de educación física que murió acribillado mientras protegía con su cuerpo a los chicos que huían. Pienso también en algunas enfermeras del hospital de la ciudad que trabajaron 48 horas seguidas sin descanso para ayudar a los heridos y consolar a sus familiares. Pienso en el presidente del parlamento de Osetia que rechazó la liberación de sus hijos o que fueran tratados de manera especial una vez terminado el ataque.

Estoy seguro de que no estoy apuntando aquí todos los actos de valor, heroísmo y generosidad que se dieron en esas circunstancias. Además, la lista podría alargarse si tomamos en cuenta lo sucedido en Atocha o en Nueva York o en tantas partes donde el horror parece haberse apoderado de la situación, y donde también hemos descubierto que hay un fondo de heroísmo en muchas personas con las que quizás nos encontramos todos los días.

Son precisamente estos hechos tan terribles los que permiten que los héroes ordinarios se hagan extraordinarios, aunque todos queramos que no se produzcan más. La cizaña se sigue y se seguirá sembrando en medio del trigo. Lo importante será desarrollar en nosotros una caridad a prueba de odio y dispuesta a arrimar el hombro cuando sea necesario.



Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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