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Generosidad sin límites

Generosidad sin límites
Cuatro jóvenes que lo dejaron todo para seguir a Cristo


Por: Antonio Aldrette | Fuente: Buenas noticias




Verlos fue una gran satisfacción. Como una inyección de esperanza que te renueva. Creo que a cualquiera le hubiera pasado lo mismo. Son jóvenes entre los 17 y los 25 años. Normales, alegres, entusiastas, luchadores, con sus grandes ideales; les gustan las fiestas y bailar hasta que “el cuerpo aguante”. Los diferencia de los demás jóvenes de su edad un solo detalle…

Uno se llama Gerardo, tiene 18 años y recientemente terminó su primer año de carrera. Hasta hace dos meses tenía una novia extraordinaria. Le encanta viajar, compartir con sus amigos. Su mayor pasatiempo – si a eso se le puede llamar pasatiempo- era dirigir un grupo de adolescentes en grupos juveniles, charlas, campamentos, paseos... Siempre ha creído que ayudar a los demás es la mejor inversión.

El segundo tiene apenas 17 años. Se llama Leopoldo y acaba de terminar su preparatoria. Desde que tenía 7 años ha ido de misiones con su familia todas las semanas santas. Dice que «no concibe la semana santa sin ir de misiones entre los indígenas». Además, es un gran deportista. Al enseñarme su recámara me mostró una pared literalmente tapizada de medallas: natación, fútbol, béisbol y atletismo. También trabaja con grupos de adolescentes.

El tercero se llama Juan Andrés y tiene 25 años. Hace dos que terminó la carrera con mención honorífica. Se graduó en una de las mejores universidades de Venezuela: la USB. Hasta hace dos meses trabajaba en General Electric con un muy buen puesto y perspectivas de crecimiento. También ha trabajado desde hace dos años con grupos de jóvenes y adolescentes. Disfruta enormemente colaborando y ayudando a los demás.

El último se llama sencillamente Andrés. Terminó su segundo año de la carrera y se fue un año Irlanda para trabajar en una academia de idiomas, también formado adolescentes. Tiene un carácter que le ha granjeado numerosos amigos y amigas. Disfruta en las fiestas y compartiendo con los demás. Junto a su mejor amigo fundó un movimiento estudiantil para la difusión de valores entre la juventud.

Estos jóvenes tienen un detalle en común: han decidido entregar sus jóvenes vidas a Dios, ¡han decidido ser sacerdotes! Durante el verano que acaba de concluir hicieron la prueba de discernimiento y han constatado que Dios los llama a vivir la más grande aventura de sus vidas. Efectivamente lo han dejado todo para seguir a Jesucristo…

En nuestro mundo actual en el que muchos jóvenes piensan sólo en su futuro y en granjearse una vida acomodada y tranquila, el hecho de que haya jóvenes como éstos -aunque estoy seguro que no son los únicos-, es un acontecimiento maravilloso, una extra-dosis de esperanza y alegría. Jóvenes que dejan todo para seguir a Dios y servir a sus hermanos. ¿No les parece una estupenda noticia?


Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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