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Kaká, en peligro de extinción

Kaká, en peligro de extinción
El amor por la camiseta y los colores del equipo son lo que más vale.


Por: Jorge Ranninger, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org



El 19 de enero del 2009 estaba por llevarse a cabo el negocio más clamoroso de la historia del fútbol mundial. Sobre la mesa, 130 millones de euros para el equipo y un contrato anual para el jugador de 20 millones. La estrella de fútbol metería en su bolsillo la singular cifra de 390 mil euros a la semana, o para que se entienda bien: 55 mil euros al día. Es decir, cantidad suficiente para comprarse dos Ferraris a la semana.

¿Cómo acabó el negocio? La historia comenzó así…

Estamos hablando del brasileño Ricardo Izecson Dos Santos Leite, mejor conocido por todo el mundo como Kaká. Nacido en Brasilia en abril de 1982, tuvo una carrera meteórica en el mundo del fútbol. Ya en su juventud, jugando en el Sao Paulo de Brasil, llamó poderosamente la atención de los equipos fuertes de Europa y del orbe entero.

Finalmente en el verano del 2003 fue el Milán de Italia el que se llevó este diamante que rápidamente empezaría a brillar con luz propia. Y de qué manera…

En el año 2007, con 25 años, se convertía en el ganador más joven del Balón de Oro, galardón que le acreditaba como el mejor jugador de Europa del año. Al recibir el trofeo comentó: «Se lo dedico a Dios, porque es Él el que me ha dado este don y el que me ha permitido ser feliz con el fútbol; sin Él no lo habría logrado. También se lo dedico a mi esposa y a mi familia y amigos».

Pocos meses después recibía el premio Fifa World Player 2007 que lo designaba como el mejor jugador del planeta en ese año.

Como jugador, hay pocos tan buenos. Además de una técnica refinada, un poderío físico, una visión de juego envidiable, Kaká se caracteriza por hacer un fútbol elegante. Todo en uno.

Obviamente una perla futbolística tan reluciente atrajo a muchos compradores. Y así pasó…

Las apuestas empezaron a lanzarse, pero finalmente fue el Manchester City, equipo de la liga inglesa, el que hizo el envite más alto: 130 millones para el equipo y 20 millones anuales para el jugador. ¿Quién se resiste a esto?

Milán, ciudad donde Kaká es uno de sus grandes ídolos, dejaba de respirar para esperar la respuesta del jugador. El club y los aficionados vivían momentos de tensión.

«Se ha tratado de una decisión tomada con el corazón. He rezado tanto estos días». Fueron las palabras de Kaká al dar a conocer su decisión de quedarse en el club italiano y rechazar la monstruosa oferta del equipo inglés.

Los aficionados transmitieron grandes muestras de afecto al jugador. Para agradecerles su apoyo, Kaká se asomó durante la noche a una ventana con la camiseta del Milán en las manos para saludar a los cientos de tifosi que durante la noche acudieron hasta su casa. Ganó el corazón por encima del dinero, el poder y la gloria. ¡Claro que se puede!

Para los amantes del fútbol, y para todo el mundo, esto es un “gesto de otros tiempos”, donde el amor por la camiseta y los colores del equipo son lo que más vale. Con frecuencia he pensado que estos hombres habían desaparecido del mundo del deporte, pero veo que esta raza todavía no se ha extinguido.

¡Gracias, Kaká, por mantener viva la ilusión del verdadero deporte!

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