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La otra cara de Bush

La otra cara de Bush
La defensa de la vida.


Por: Marco Antonio Batta | Fuente: Buenas Noticias





Hace algunos días terminaron las elecciones en los Estados Unidos. En ellas, el pueblo norteamericano ha confirmado en su cargo a George Bush, un personaje controvertido especialmente por algunas decisiones de su política internacional.

En este artículo, sin embargo, nos ocupamos más bien de otra faceta del presidente. Nos ocupamos de esa otra cara que raramente presentan los medios de comunicación. Porque este tejano de 58 años, que suele presentarse acompañado de su esposa Laura y de sus hijas Bárbara y Jenna –mostrando así su aprecio por la familia– ha tomado otras decisiones que también merecen nuestra atención.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene un fondo dedicado a “ayudar” a la población de los países en vías de desarrollo. Su nombre es Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU). Su objetivo es promover en todos los países la así llamada “salud reproductiva” que consiste, en pocas palabras, en facilitar la difusión de los métodos anticonceptivos, la esterilización y el aborto.

La “salud reproductiva” supuestamente ayuda a “liberar” a las mujeres. Pero, en realidad, lo único que hace es quitarles su dignidad de seres humanos para convertirlas en objetos, en máquinas que producen placer y que, cuando fallan, también producen hijos. Denigración ofensiva.

La directora, Thoraya Ahmed Obaid, lamentaba recientemente que los objetivos del Fondo de Población posiblemente no se alcanzarían debido a la oposición del Vaticano y –a que no lo sabía– de los Estados Unidos. El Vaticano, es decir, la Iglesia se opone con su autoridad moral; la Administración Bush, por su parte, se opone negando los 34 millones de dólares que el anterior gobierno solía donar. ¿La razón? El dinero podría utilizarse para financiar el aborto.

Posteriormente, en la primera semana de agosto de este año, 250 líderes mundiales, entre ellos 85 primeros ministros y numerosos premios Nobel, firmaron una petición a las Naciones Unidas para seguir promoviendo en todo el mundo el control de la natalidad. La Administración Bush, otra vez, se negó a firmar la petición porque contenía la ambigua expresión “derechos sexuales”, que puede incluir el aborto. Otras acciones similares, objeto de un futuro artículo, se han emprendido en el campo de la clonación.

Ahora quedaría una pregunta en el aire: ¿la reelección de Bush es una buena noticia? La respuesta es compleja. Juan Pablo II, en su último encuentro con el presidente, dijo: «Señor presidente, aprovecho esta oportunidad para reconocer el gran compromiso de su Gobierno y de numerosas agencias humanitarias de su nación… Sigo también con gran aprecio su compromiso por la promoción de los valores morales en la sociedad estadounidense, en particular los que se refieren al respeto de la vida y la familia». Dejemos a la historia, que nunca se precipita, la tarea de emitir el veredicto final. Ya veremos.

Con información de: Inter Press News Service, 13/09/2004; Reuters, 13/10/2004; y Zenit 4/06/2004.



Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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