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Se ha votado por la vida

Se ha votado por la vida
Las leyes no son justas por ser leyes; deben ser leyes exclusivamente si son justas.


Por: Roel Osorio, L.C. | Fuente: www.buenas-noticias.org



Al buen entendedor, pocas palabras, cita el refrán. Por ello no preciso de mayor introducción para las siguientes noticias. ¡Y qué noticias!

El pasado 21 de octubre en Sonora, y unos días después en Baja California Norte, quedaron reformadas las Constituciones Políticas de ambos estados del norte de México a favor de la vida. Yo pensé que era una broma al enterarme, pues mi subconsciente ya se estaba acostumbrando a la aprobación de leyes contrarias. ¡A romper con esas malas costumbres! Hoy se trata de reformas congruentes con lo que la ley debe ser; es decir justas.

En Sonora, el Congreso aprobó la reforma al Artículo 1º de la Constitución Política del Estado con 27 votos a favor y cinco en contra. Se convierte así en la segunda entidad del país mexicano en sentar la base constitucional para la protección, entre otros derechos, el de la vida desde su fecundación:

«El Estado de Sonora tutela el derecho a la vida, al sustentar que desde el momento de la fecundación de un individuo entra bajo la protección de la Ley y se le reputa como nacido para todos los efectos legales correspondientes, hasta su muerte natural», establece felizmente la modificación.

En Baja California, el Congreso aprobó la modificación a la Constitución Política del Estado en su Artículo 7º reconociendo «el derecho a la vida de todos los individuos desde la concepción hasta la muerte natural». La histórica sesión se llevó a cabo con una amplia mayoría de votos, veintidós a favor y uno en contra, con el consenso de los partidos políticos PAN, PRI, PANAL y PES.

¿Verdad que esto te ha dejado el agradable sabor de unas buenas noticias? No importa de qué país, credo o condición social seamos. Cuando uno se entera de que en un lugar la ley cumple su función de custodiar y defender la verdad, siempre es una buena noticia. Más en nuestros días, donde a veces se ataca el derecho elemental de la vida bajo la fusta de las leyes.

Se nos olvida aquello de que las leyes no son justas por ser leyes. Deben ser leyes exclusivamente si son justas: estar al servicio del bien común y defender, ante todo, los derechos de todas y cada una de las personas; particularmente las más indefensas. Esto, debe ser siempre el compromiso principal de la ley.

¿Te imaginas qué dirían ahora todos esos bebés abortados bajo la bandera de “es legal”? O qué tal hacerle conocer estas noticias a las personas que, bajo la voz de “muerte legal y digna”, nos han dejado bajo algún método de eutanasia. Sería magnífico poder verles y escucharles, pues estoy seguro que con sus rostros radiantes dirían: ¡Gracias Sonora y Baja California por estas buenas noticias!

Con datos de Representante de la Comisión Mexicana de Derechos Humanos A.C.

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