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Soluciones, soluciones.

Soluciones, soluciones.
Una mano amiga para los que la necesitan.


Por: Marco Antonio Batta | Fuente: Buenas Noticias




Alguien dijo una vez que las personas pueden ser de dos tipos: las que buscan soluciones a los problemas, y las que buscan problemas a las soluciones. En esta noticia nos ocupamos de personas del primer grupo.

Uno de los mayores problemas de los países en vías de desarrollo no es ni la falta de materias primas, ni la falta de mano de obra, sino la falta de educación. No basta tener petróleo, hay que saber procesarlo para convertirlo en gasolina o en otros derivados. Para ello son necesarias iniciativas como Mano Amiga.

Mano Amiga es una cadena de colegios nacida en el sector privado para dar educación a niños pobres. Su objetivo es ofrecer formación de calidad a bajo costo. De este modo, los alumnos podrán después cursar una carrera y acceder a mejores puestos de trabajo, rompiendo así el círculo vicioso de la pobreza.

El financiamiento de estos colegios se realiza de diversos modos: buena parte de los fondos proviene de otros colegios de la misma ciudad cuyos alumnos viven en una situación económica más holgada; hay también un programa de adopción donde los «padrinos» asumen los costos por la educación de un niño (50 dólares por mes); se realizan rifas de coches o gracias a donativos de empresas nacionales y transnacionales.

Gracias a su rápido desarrollo, Mano Amiga cuenta actualmente con 17 colegios en México, El Salvador, Venezuela, Colombia, Chile y Argentina. Creada en 1963, actualmente ofrece formación a 18 mil niños y adolescentes.

Todos los colegios tienen además una capilla. Así los alumnos puedan rezar, recibir los sacramentos y fortalecerse en su lucha por hacerse mejores cristianos. Con ello su formación es más completa, pues se educa no sólo la inteligencia, sino también la conciencia. No bastan profesionistas inteligentes y sabios, también tienen que ser honestos y moralmente íntegros.

En comparación con las ingentes necesidades de América Latina, el proyecto es una gota en el mar. Pero tiene una cualidad muy importante: es una solución. Todos los integrantes de Mano Amiga son personas que creen en su propia capacidad para cambiar las cosas. No se cruzan de brazos lamentándose de que el gobierno es corrupto o de que en este mundo nadie piensa en los demás. Una solución, aunque pequeña, es mucho mejor que mil lamentaciones.

De nadie se espera que solucione todos los problemas del mundo. Bastaría con que cada uno solucionase los que están al alcance de su mano. Para ello se creó Mano Amiga, por ello sigue existiendo.

Sinceramente, no lo tienen nada fácil. Pero el mundo necesita de esos “ingenuos” que creen en el inmenso valor de un granito de arena.

Fuente: National Catholic Register

Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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