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Tu vida será lo que tú quieras hacer de ella
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Daniela García sorprende a todos por su gran espíritu de superación, cumpliendo con éxito cada una de las metas propuestas antes de su accidente.
Por: Sebastián Rodríguez, LC | Fuente: www.buenas-noticias.org
Un terrible accidente ocurrió el 30 de octubre de 2002. Una joven estudiante de medicina cayó de un tren en marcha perdiendo sus manos y piernas. Daniela García sorprende a todos por su gran espíritu de superación, cumpliendo con éxito cada una de las metas propuestas antes de su accidente.
Daniela era una niña normal, muy activa y deportista. Fue así como sus amigos la invitaron a participar en los juegos inter-medicina (JIM), donde muchos estudiantes de esa carrera se juntan para competiciones deportivas representando a su Universidad. Una vez en el tren, decide ir a saludar a los estudiantes de otros carros junto con dos amigos. Era de noche. En la conexión de uno de ellos no había luz y Daniela no vio el hoyo que separaba los dos vagones y cae. Sus amigos, desesperados, intentan detener el tren, pero sólo lo consiguen varios minutos más tarde. Daniela despertó entre los rieles pensando que todo era una pesadilla, pero al darse cuenta de la realidad y que había perdido sus cuatro miembros, decide no rendirse y luchar por su vida.
Recibió los primeros auxilios 30 minutos después de la caída. La internan en el hospital de Rancahua en Chile. Estaba muy grave. En poco tiempo su familia se entera de lo acontecido. El hospital se desbordaba de cariño. Muchos amigos habían llegado ahí y al no poderle ver, comenzaron a tapizar las paredes de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) con todo tipo de regalos y motivaciones. Tiempo después la trasladaron a Santiago.
A las pocas semanas le dan un cuarto en el hospital y busca ser más independiente. Con un elástico se las ingenió para escribir y lo logra fluidamente en pocos días. Otro día, aprovechando la distracción de las enfermeras, saltó de la silla de ruedas hacia su cama. Lo único que quería era retomar la independencia que tenía antes.
En enero de 2003 viaja a Filadelfia para ser atendida en el Moss Rehabilitation Institute. Ahí recibe la bienvenida del Dr. Ezquenazi quien le dice: tu vida será lo que tú quieres hacer de ella.
Recibió prótesis y en pocos días consiguió caminar, tejer y hasta andar en bicicleta. Los doctores estaban impactados, pues nadie lo había logrado tan rápido. El secreto de Daniela fue nunca rendirse, motivarse cada día que despertaba para luchar y auto-superarse, y siempre tener muy presente sus metas: terminar sus estudios de medicina para poder ayudar a muchas personas.
Actualmente es una excelente doctora que no sólo ha curado a muchos, sino que también ha sabido incentivarles y encaminarles a un mejor estilo de vida, pues ella sabe lo que ellos sufren.
¡Cuánto podemos aprender de Daniela! Su espíritu de superación, esfuerzo, constancia y siempre aspirando a metas difíciles. Si cada uno de nosotros nos ponemos objetivos en nuestra vida y los logramos como Daniela, podríamos hacer mucho por este mundo. ¡Gracias Daniela por tu gran ejemplo!
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Un terrible accidente ocurrió el 30 de octubre de 2002. Una joven estudiante de medicina cayó de un tren en marcha perdiendo sus manos y piernas. Daniela García sorprende a todos por su gran espíritu de superación, cumpliendo con éxito cada una de las metas propuestas antes de su accidente.
Daniela era una niña normal, muy activa y deportista. Fue así como sus amigos la invitaron a participar en los juegos inter-medicina (JIM), donde muchos estudiantes de esa carrera se juntan para competiciones deportivas representando a su Universidad. Una vez en el tren, decide ir a saludar a los estudiantes de otros carros junto con dos amigos. Era de noche. En la conexión de uno de ellos no había luz y Daniela no vio el hoyo que separaba los dos vagones y cae. Sus amigos, desesperados, intentan detener el tren, pero sólo lo consiguen varios minutos más tarde. Daniela despertó entre los rieles pensando que todo era una pesadilla, pero al darse cuenta de la realidad y que había perdido sus cuatro miembros, decide no rendirse y luchar por su vida.
Recibió los primeros auxilios 30 minutos después de la caída. La internan en el hospital de Rancahua en Chile. Estaba muy grave. En poco tiempo su familia se entera de lo acontecido. El hospital se desbordaba de cariño. Muchos amigos habían llegado ahí y al no poderle ver, comenzaron a tapizar las paredes de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) con todo tipo de regalos y motivaciones. Tiempo después la trasladaron a Santiago.
A las pocas semanas le dan un cuarto en el hospital y busca ser más independiente. Con un elástico se las ingenió para escribir y lo logra fluidamente en pocos días. Otro día, aprovechando la distracción de las enfermeras, saltó de la silla de ruedas hacia su cama. Lo único que quería era retomar la independencia que tenía antes.
En enero de 2003 viaja a Filadelfia para ser atendida en el Moss Rehabilitation Institute. Ahí recibe la bienvenida del Dr. Ezquenazi quien le dice: tu vida será lo que tú quieres hacer de ella.
Recibió prótesis y en pocos días consiguió caminar, tejer y hasta andar en bicicleta. Los doctores estaban impactados, pues nadie lo había logrado tan rápido. El secreto de Daniela fue nunca rendirse, motivarse cada día que despertaba para luchar y auto-superarse, y siempre tener muy presente sus metas: terminar sus estudios de medicina para poder ayudar a muchas personas.
Actualmente es una excelente doctora que no sólo ha curado a muchos, sino que también ha sabido incentivarles y encaminarles a un mejor estilo de vida, pues ella sabe lo que ellos sufren.
¡Cuánto podemos aprender de Daniela! Su espíritu de superación, esfuerzo, constancia y siempre aspirando a metas difíciles. Si cada uno de nosotros nos ponemos objetivos en nuestra vida y los logramos como Daniela, podríamos hacer mucho por este mundo. ¡Gracias Daniela por tu gran ejemplo!
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