Menu



Mamá y papá… simplemente

Mamá y papá… simplemente
Profesión familia.


Por: Antonio Aldrette | Fuente: Buenas Noticias




Todavía no amanece y Mónica ya está despierta. Ágilmente pasa por las habitaciones, tapando tiernamente a los hijos, como queriendo acariciar a cada uno con su mirada. Siempre ha pensado que ella descansa enormemente con solo verlos dormir apacibles. Aún pasará una hora larga antes de que ellos se levanten.

En pocos minutos, Sebastián también se alzará y después de la ducha levantará a sus retoños uno a uno: María, Luis Alberto, Judith, Sebastianito y la más pequeña de todos -un encanto- Isabelita. A pesar de hacerlo todas las mañanas, parecería que la rutina no menoscaba la dicha de sentirse padre de esas hermosas criaturas y de disfrutar con verlos dormir plácidamente.

Mientras tanto, Mónica ya casi ha terminado de preparar el desayuno y las “loncheras” de su «pequeño ejército». Al tiempo que asistíamos al ritual de levantar a los niños, pasamos quizá por alto el amor y cariño que Mónica puso en preparar esos sándwiches y el desayuno para cada unos de esos «pedacitos de su corazón». «Daría la vida misma por cada uno de sus hijos»… de hecho ya la está dando.

Ellos son la plenitud de su existencia, su orgullo y su “profesión” más importante. Ella derrama amor en cada rincón y en cada acción. Sus miradas dicen plenitud y don. Ella sabe que es indispensable para Sebastián y para sus hijos. Y esto, de alguna manera, la hace sentirse orgullosa y profundamente feliz.

Conoció a Sebastián en la universidad. Los dos quedaron mutuamente prendados. Lo que se diría comúnmente "amor a primera vista". Él, ingeniero civil; ella abogado. Él construyendo puntes y carreteras -arreglando la circulación del país-. Ella defendiendo los derechos y deberes de los ciudadanos, asegurando la convivencia entre humanos. Cada uno contribuyendo a “construir” un mundo mejor.

Cuando el visitante -muy bien atendido y acogido en ese hogar, por cierto- les pregunta: ¿Cuál consideran su mejor obra, de cuál están más orgullosos? Ambos responden sin dudar: «nuestra familia». Porque «creemos que si fracasamos en nuestro objetivo de ser una familia unida y feliz» -«que no significa exenta de problemas», apostilla Mónica-, «hemos fracasado también rotundamente como personas y como profesionales».

Y es que nada más verlos ya te transmiten ternura y alegría. ¡Cómo se quieren! Papá y mamá al centro, rodeados de caritas alegres pidiendo y prodigando, al mismo tiempo, amor y comprensión, cada uno a su manera. «Yo no cambio estos momentos de hermosa convivencia familiar por nada del mundo», entona Mónica. Y Sebastián asiente con los ojos, como queriendo indicar que Mónica le leyó el pensamiento y se expresó por él.

A veces podemos pasar por alto tantos detalles de la vida diaria que nos hacen “gustar” y “sentir” el gozo de ser padres, y la alegría de la convivencia en familia. Mónica y Sebastián me recordaron que precisamente esos son los momentos que constituyen una familia feliz.



Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

Regala una suscripción totalmente gratis http://es.catholic.net/buenasnoticias/regalo.php

Suscríbete por primera vez a nuestros servicios
http://es.catholic.net/buenasnoticias









Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |