Ecología humana
Ecología humana
Por: Juan García Inza |
Admiro a los amantes de la naturaleza, yo soy uno de ellos, pero hecho en falta en muchos ecologistas algo muy esencial. Los que militan en estas organizaciones naturalistas son capaces de todo por defender un paisaje, una especie en peligro, un animal en concreto, el oxígeno que respiramos... Los hemos visto hacer huelgas de hambre, hacer grandes manifestaciones, lanzarse valientemente contra buques y submarinos en defensa de pureza ambiental. Todo me parece muy positivo. Pero tengo que decir, y lo he dicho muchas veces en los medios de comunicación, que echo en falta algo: UNA DEFENSA AUDAZ, VALIENTE, RADICAL DEL SER HUMANO DESDE SU CONCEPCIÓN HASTA SU MUERTE NATURAL. No he visto a estos ecologistas manifestarse, o hacer huelgas de hambre, ante las clínicas abortistas, o en las campañas contra el hambre y la injusticia en el mundo, o con motivos de las frecuentísimas violaciones de los derechos humanos, los atentados contra la vida, la violencia contra la mujer o los niños, las aberraciones de tantos padres sin escrúpulo que marcan a sus hijos/as para siempre con la brutalidad de sus impulsos obscenos. No observo tampoco que los activistas de estas organizaciones protesten ante los colegios por la violencia que se está generando en las aulas, o en las calles de cualquier pueblo o ciudad, o contra el terrorismo, o los crímenes que muchas veces se cometen por pura ambición o diversión. Estoy a favor del respeto más exigente a la naturaleza. Pero como nosotros los humanos también somos naturaleza, quiero unir mi voz a los que piden socorro para salvar a la especie humana en peligro de extinción.
A este respecto el Papa Juan Pablo II hablaba recientemente de una NECESARIA "ECOLOGÍA HUMANA" PARA HACER MÁS DIGNA LA EXISTENCIA DEL HOMBRE. Fue el 18 de Enero de este año en la Audiencia General. Allí habló sobre el señorío del ser humano frente a la creación, explicando que el hombre está prestando más atención a la calidad de vida pues "no sólo está en juego una ecología ´física´, sino una ecología ´humana´ que haga más digna la existencia del ser humano. Sólo así el hombre podrá pasear nuevamente por el jardín de la creación".
El Santo Padre afirmó que el señorío del hombre no es "absoluto, sino ministerial; es reflejo real del señorío único e infinito de Dios. Por ello el hombre tiene que vivirlo con sabiduría y amor, participando en la sabiduría y al amor inconmensurable de Dios".
Luego de escuchar el Salmo, el Pontífice explicó que "es un himno de alabanza que nos introduce en una visión cósmica. Representa el paraíso perdido y también el prometido donde la armonía del hombre con los demás, con la creación y con Dios es el proyecto querido por el Creador, pero que ha sido alterado por el pecado. La criatura humana ha recibido la misión de gobernar la creación para desarrollar sus potencialidades".
"Pero al contemplar nuestro planeta, vemos que el hombre ha deformado el hábitat de la tierra. Por lo cual, es necesario promover la ´conversión ecológica´, que haga a la humanidad más sensible ante tal deterioro", agregó el Papa.
El Pontífice afirmó que "en esta reencontrada armonía con la naturaleza y con sí mismos, los hombres y las mujeres vuelven a pasearse en el jardín de la creación, tratando de hacer que los bienes de la tierra estén disponibles a todos y no sólo a algunos privilegiados, tal como sugería el Jubileo bíblico (cf. Lv 25,8-13.23). Entre aquellas maravillas descubrimos la voz del Creador, transmitida por cielo y la tierra, de día y de noche: un lenguaje ´sin palabras, sin que se oiga el sonido´, capaz de traspasar todas las fronteras".
"En el lenguaje bíblico ´dar el nombre´ a las criaturas (cf. Gn 2,19-20) es la señal de esta misión de conocimiento y transformación de la realidad creada. Es la misión no de un dueño absoluto e incuestionable, sino de un ministro del Reino de Dios, llamado a continuar la obra del Creador, una obra de vida y paz. Su tarea, definida en el Libro de la Sabiduría, es gobernar ´el mundo con santidad y justicia´ (Sab 9,3)", explicó el Papa.
El Santo Padre agrego que "desaforadamente, si recorremos las regiones de nuestro planeta, nos percatamos enseguida que la humanidad ha decepcionado la expectativa divina. Sobre todo en nuestro tiempo, el hombre ha devastado sin miramientos llanos y valles boscosos, contaminado las aguas, deformado el hábitat de la tierra, hecho irrespirable el aire, desestabilizado los sistemas hidro-geológicos y atmosféricos, desertificando espacios verdeantes, desarrollando formas de industrialización salvaje, humillando –para usar una imagen de Dante Alighieri– aquel tesoro que es la tierra, nuestra morada".
¡Que impresionantes son estas sabias palabras! El hombre debe defender ese jardín del mundo, ese lugar de encuentro con la vida, y poder de este modo pasearse por él con toda libertad, contemplando sus maravillas, disfrutando del color, el olor, el sonido de la naturaleza, y también del silencio de una tierra que continuamente está dando a luz nuevas criaturas sin hacer ruido.
Amigo lector, mira más allá del ordenador, levanta la cabeza, o cierra los ojos, y descubre ese mundo que llevas dentro, y esa maravilla que te rodea. Esta semana comenzamos EL SANTO TIEMPO DE CUARESMA. Una buena oportunidad para ejercitarnos en el ECOLOGISMO HUMANO tratando de ser mejores personas, limpiando nuestro interior de tanta maleza que nos afea y pone en peligro nuestra seguridad, y tratando de crear a nuestro alrededor un ambiente donde sea posible vivir el amor y la amistad, con Dios y los hombres.
. P. Juan García Inza