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La realidad del turismo actual
Es preciso tomar conciencia de la realidad del fenómeno de la forma más completa posible


Por: Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes | Fuente: www.vatican.va



La innata disposición del hombre a desplazarse se ha visto impulsada por el acelerado desarrollo de los medios de comunicación, así como por una mayor libertad de movimiento entre los países y de una mayor homogeneización legal y social. En el pasado fueron las condiciones naturales o sociales adversas las que impulsaron y obligaron a grupos más o menos numerosos de personas a cambiar su lugar de asentamiento. Nunca faltaron, sin embargo, viajeros que se pusieron en camino con el deseo de conocer otros pueblos, establecer relaciones con otras culturas o adquirir una visión más global de la realidad. Éstos representan en germen lo que el hombre moderno ha ido buscando a través del viaje de formación, primero, y del turismo actual.

En el mundo plural de la movilidad, el turismo adquiere su definición específica como actividad que se desarrolla durante el tiempo libre. Convencionalmente se considera viaje turístico el desplazamiento fuera del lugar habitual de residencia por un periodo superior a las veinticuatro horas e inferior al año, siempre que no sea con la finalidad de ejercer ahí una actividad remunerada. En otras circunstancias la motivación del viaje se hace igualmente compatible con la práctica de actividades típicamente turísticas. Es el caso de los desplazamientos por motivos comerciales, de los trabajadores encuadrados en empresas internacionales, de los participantes en congresos y actividades de formación, de los deportistas y trabajadores del mundo del espectáculo. De esta forma, la práctica del turismo se ha abierto a un amplio abanico de motivaciones y ha adquirido una multiplicidad de modalidades. La referencia al tiempo libre, a su sentido en vistas a la realización humana, se mantiene como criterio para la valoración de la práctica del turismo.

El fenómeno turístico llama la atención ante todo por las dimensiones que ha alcanzado y las perspectivas de su expansión. A mediados del siglo XX, punto de arranque del acceso generalizado al turismo en los países industrializados, había unos 25 millones de turistas internacionales. Desde entonces se ha pasado a los 698 millones en 2000. Un crecimiento aún mayor se ha registrado en el turismo al interior del territorio nacional de los diversos países. Para 2020, en fin, son previstos unos 1.600 millones de llegadas internacionales por motivos turísticos[3]. La industria turística se ha convertido en una de las primeras fuerzas económicas en todo el mundo, ocupando el primer puesto en algunos países.

Este aspecto dinámico y expansivo del turismo se ha visto acompañado de una fuerza innovadora y creadora, con la que las ofertas intentan adecuarse cada vez más a las necesidades y a los deseos de las personas. Hoy el turismo presenta una gran variedad de formas y constituye una realidad plural y en continuo cambio.

Al mismo tiempo, sin embargo, es preciso reconocer que la actividad turística viene presentando aspectos negativos. Las personas que la promueven o que disfrutan de ella, con frecuencia la utilizan como medio para sus propósitos ilícitos, como instrumento de injusta explotación, como ocasión para la agresión a las personas, a las culturas o a la naturaleza. Todo ello no debe extrañarnos, ya que el turismo, en definitiva, no es una realidad aislada, sino que, como parte integrante de nuestra civilización, reproduce su dinámica en lo positivo y en lo negativo.

Para diseñar y fundar una correcta Pastoral del Turismo, es preciso tomar conciencia de la realidad del fenómeno de la forma más completa posible. En este documento no se pretende, ni es posible, ofrecer semejante análisis, sin embargo parece imprescindible llamar la atención sobre algunos aspectos de primera importancia. En este sentido, hay cuatro puntos que merecen ser subrayados: la naturaleza del tiempo libre y su papel en la vida de los hombres y de las mujeres de hoy; la relevancia del turismo para la persona; la incidencia del turismo en el conjunto de la sociedad; la reflexión sobre el turismo guiada por la Palabra de Dios.



 

Notas

[3]Estadísticas facilitadas por la Organización Mundial de Turismo (OMT), el 30 enero 2001.







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