Menu


Un chico de 5 estrellas: quiere ser sacerdote
La vocación es como el hambre. Si no la satisfaces, vuelve una y otra vez


Por: Felipe Santos | Fuente: Catholic.net



Este pensamiento me viene de vez en cuando a mi mente, dice Lucas. Y no solamente ahora que he terminado mi licenciatura. He pensado en un puesto de trabajo, se lo he dicho a mi madre. Se ha quedado sin palabras, pero en su silencio he adivinado su santa voluntad. Me ha mirado al corazón más que a mi rostro. Sabe que no soy un santo. Sabe lo que significa para mí enamorarse.

Continuaré amando más y mejor: a mis padres, mi hermana y a la chica a la que he dejado. Es como si alguien que viniese de lejos se apoderase de mi alma. Sé que mi sueño no una utopía. Es compromiso, paciencia y esperanza, oración, lucha, compromiso.

Los pensamientos son grandes en mi interior, más grandes que yo mismo. Quisiera contribuir a la solidaridad y a una nueva humanidad. Como joven del tercer milenio me agradaría crecer sin fronteras y sin prejuicios.

No pienso en lo que soy, sino en aquello que Dios quiere de mí. Mis amigos, con los que comparto mi vida, se ríen de mí y se lo toman a broma. Pero llega un momento en la vida, en el que uno se da cuenta que si no nos convertimos en responsables de nosotros mismos, nadie lo hará por ti.

La vocación es como el hambre. Si no la satisfaces, vuelve una y otra vez.

Pero, en el fondo, tengo miedo. En mis momentos de duda, digo a menudo: "Jesús, Jesús, Sólo Tú, sólo Tú, sólo Tú. No os miento si os digo que he llorado.

Jesús es más fuerte que yo, que soy pequeño y frágil. Cuando leáis este domingo, estas líneas, por favor, ponerlas delante del Crucifijo. En él he encontrado mi puesto y no quiero moverme ni cambiar.

Sé que mi vida de recién acabado la carrera busca un sitio en el que me pueda sentir feliz. No tanto busco el dinero cuanto la felicidad personal y la de los otros. He pensado, a veces, en el dolor de mi novia. Pero ella, desde su fe, me ha alentado a seguir mi camino.

Pensaba que no había chicas de este estilo de vida cristiana. Dicen que todas van a buscar el novio, enrollarse y pasarlo bien. Desde que le comuniqué mi idea de ser sacerdote, lo sintió mucho al principio. Pero después me dijo: "Anda, Lucas, vete por los caminos de Dios.

Hoy necesitamos los jóvenes gente de tu talante y de tu espíritu para orientarnos. Yo encontraré otro chico con el que compartiré mi vida de mujer casada. Cristo es más grande que yo. Síguelo con valentía y amor. Y si algún día te arrepientes me tendrás siempre como una amiga de corazón".

Lucas, un joven de 5 estrellas. En esta sociedad que sólo aprecia la carrera que da dinero, él ha sido elegido por Dios para anunciar la Buena Nueva a todos los que no la conocen. ¡Enhorabuena Lucas!



Comentarios al autor






Suscríbete aquí
para recibir este servicio en tu e-mail





 











Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |