P. José Kentenich
Por: . | Fuente: www.schoenstatt.org

El P. José Kentenich fue el sacerdote fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
Nació el 18 de Noviembre de 1885, en Gymnich, cerca de Colonia y falleció 1968.
Su carisma es Mariano: nuestra Virgen como la educadora y Madre de una “nueva persona”, que es libre, apostólica y profundamente unida a Jesús.
Cuando las turbulencias de nuestro tiempo reclaman una espiritualidad más profunda, una comunidad más solidaria y una más clara definición en el sentido de nuestras vidas, nos asemejamos al “hijo pródigo” que anhela el retorno a la casa de su bondadoso Padre. La vida y obra del Padre Kentenich estuvieron dedicadas a la formación “del nuevo hombre para la nueva comunidad”, que pudiera por sí mismo y en plena libertad iniciar ese tan necesitado retorno a la casa del Padre celestial. El camino por él marcado era el amor a María, para llegar a Cristo, la Vida de este mundo.
Tan sólo tenía José Kentenich nueve años cuando se consagró totalmente a Ella, y durante sus estudios de teología como seminarista, encontró en la Madre de Dios la respuesta a sus muchos cuestionamientos, dudas y conflictos.
Fue con María con quien hizo la Alianza de Amor junto con sus jóvenes alumnos en la pequeña Capilla de Schoenstatt, pidiéndole que se hiciera dueña de ese lugar para Ella y su obra.
Durante el régimen Nazi en Alemania, el P. Kentenich y su movimiento fueron sospechados por las autoridades. Esto llevó finalmente a su detención e interrogatorio por la Gestapo acusado de “traición” al Estado Nazi. Posteriormente fue internado en el campo de concentración de Dachau donde permaneció detenido durante tres años y medio y donde debió acudir muchas veces a la protección y ayuda de la Madre de Dios para soportar el horror, el sufrimiento y la miseria que debió presenciar.
Luego de la liberación de Dachau por los Aliados, el P. Kentenich regresó a Schoenstatt donde dedicó su esfuerzo y trabajo a la creación de la Familia de Schoenstatt en todo el mundo. Con un pasaporte diplomático extendido por el Vaticano, viajó a Sudáfrica, los estados Unidos y Latino América. Fue durante este período de sus viajes que el Movimiento de Schoenstatt por él creado fue examinado por las autoridades de la Iglesia- revisión deseada por el P. Kentenich. La Visitación fue exitosa. Sin embargo se hicieron algunos comentarios críticos sobre aspectos que el P. Kentenich consideraba esenciales y que no pudo ignorar.
Esto dió lugar a la preparación de una larga carta en respuesta al resultado de la Visitación. Durante la noche del 31 de Mayo de 1949 él depositó esa carta en el altar del Santuario de Bellavista en Chile. Esta carta fue el comienzo de su exilio. La carta del 31 de Mayo fue recibida por los Obispos alemanes con gran criticismo. Tanto que el P. Kentenich fue removido de su Movimiento y enviado a Milwaukee, en los Estados Unidos, donde permaneció durante 14 largos años hasta su rehabilitación por el Papa Pablo VI en una audiencia especial.
En la cumbre de su conflicto con la Iglesia, el P. Kentenich expresó el deseo, posteriormente cumplido, de que las palabras “Dilexit Ecclesiam” (“Amó a la Iglesia”), fueran escritas en su sepultura. Los 14 años en Milwaukee, separado del Movimiento que fue la obra de su vida, fueron prueba suficiente de este amor.
Los tres últimos años de su vida, desde el final del exilio en 1965, dedicó su tiempo y energía a la consolidación del Movimiento de Schoenstatt a nivel mundial.
El 10 de Febrero de 1975 se abrió el proceso de beatificación del Padre José Kentenich.
En el Padre kentenich estamos frente a alguien que experimentó un llamado del Dios Vivo, y por eso descubre él su vocación de fundador de un movimiento de educación y educadores, que quiere contribuir a la formación de un nuevo tipo de hombre y de comunidad como un aporte en un momento crucial de la historia.
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