11. Caín y Abel
Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Palabra de Dios: Adán se unió a Eva, su mujer; ella concibió, dio a luz a Caín y dijo: - He procreado un hombre con el Señor. De nuevo dio a luz a su hermano, a Abel. Abel era pastor de ovejas, Caín era labrador. Caín dijo a su hermano Abel: - Vamos al campo. Y cuando estaban en el campo, se echó Caín sobre su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: - ¿Dónde está tu hermano? Contestó: - No sé, ¿soy yo el guardián de mi hermano? (Génesis 4.1,2,8-9).
Enseñanza
- Mamá, dice Estefanía, ¡qué cosa más horrible! Sí, hija mía. Hay personas así de malas. Son las que no siguen los mandatos de Dios. Se dejan llevar por el diablo.
- Papá, dice Migue: ¿Por qué mató Caín a Abel? El padre le contestó: Los dos hermanos ofrecieron cosas a Dios. Caín le ofreció frutos de la tierra. Abel le ofreció lo mejor de sus ovejas. A Dios le gustó más el ofrecimiento de Abel porque era mejor y porque lo hacía con amor y cariño. Caín se irritó, lo llevó al campo y lo mató.
- ¡Qué mala consejera es la envidia!, se preguntaba Estefanía. Sí, es verdad, contestó Migue. La envidia, cuando no se la controla, se convierte en odio. Y éste es malísimo.
El padre, mirando a sus dos hijos, les dijo: Ya veis que en España hay personas que siembran el pánico, el miedo y la inseguridad entre los ciudadanos por cuestiones políticas e ideologías. Siempre hay nuevos Caín en la sociedad.
Diálogo: ¿Porqué actuó tan mal caín?
Oración
Señor, al leer hoy tu Palabra, siento pena por los terroristas que hay en todo el mundo. Principalmente por los de España. Haz que sus corazones, en lugar de odiar y tener envidia, se vuelvan buenos y no maten a nadie más. El odio envenena a las personas, viven amargadas y hacen mucho daño a los otros.

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