La Navidad ortodoxa en Rusia
Por: Jesús de las Heras / Redacción | Fuente: www.revistaecclesia.com
Ya ha llegado la Navidad a Rusia y otros países del este. Trece días después de que los católicos festejaran el nacimiento de Cristo, la Iglesia ortodoxa se unió a las celebraciones con oficios religiosos en más de 20.000 templos de todo el país.
El motivo de esta diferencia de fechas se debe a que la Iglesia ortodoxa se guía por el antiguo calendario juliano, que fue instituido por Julio César en el año 47 a. C. En cambio, los católicos, protestantes y laicos siguen el moderno calendario gregoriano, que fue una modificación del juliano que introdujo el Papa Gregorio XII en 1582, debido a ciertos desajustes que se habían producido entre el calendario civil y el astronómico.
Pasada la Nochebuena Ortodoxa, la noche del día 6 de enero, a través de los once husos horarios que tiene Rusia empiezan los oficios religiosos en todas las iglesias y monasterios del país y fuera de sus límites, como por ejemplo, en la base de Belingshausen, en la Antartida, donde el año 2005 se erigió el templo ortodoxo más meridional del planeta. El oficio religioso principal del país se celebra en la catedral Cristo Salvador de Moscú. Esta catedral, la mayor del pais, fue dinamitada por los bolcheviques en 1931 por orden de Stalin para ser convertida en piscina de la cúpula sovietica, y reconstruida después de la caída del comunismo y la desaparición de la Unión Sovietica. Ahora la catedral se erige sobre los pilares del templo original, fundado en 1812 para conmemorar la victoria sobre Napoleón y construido durante 43 años. Desde su consagración en 2000, la catedral se ha convertido en el faro de los esfuerzos para recuperar la "vieja" Rusia, con los valores ortodoxos como bandera. La principal misa que marca el día de Navidad se oficia por el Patriarca ante más de 5.000 personas, con la asistencia del presidente, el primer ministro y otras autoridades. Dos canales de televisión de cobertura nacional transmiten gran parte de la ceremonia en directo y los sistemas de transporte público de las principales ciudades del país funcionan hasta altas horas de la madrugada para facilitar el regreso de los feligreses a sus hogares.
Una celebración que reúne a la familia entorno a la cena de Navidad, al igual que lo hacen cristianos de otras partes del mundo.