Palabra de Dios: Arrestaron a siete hermanos con su madre. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarles a comer carne de cerdo, prohibida por la Ley. Uno de ellos habló en nombre de los demás. - ¿Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que faltar a la Ley de nuestros padres. Fuera de sí, el rey ordenó poner al fuego sartenes y ollas. Las pusieron al fuego inmediatamente, y el rey ordenó que cortaran la lengua al que había hablado en nombre de todos, que le arrancaran el cuero cabelludo y le cortaran las extremidades a la vista de los demás hermanos y su madre. Cuando el muchacho estaba ya inutilizado del todo, el rey mandó aplicarle fuego y freírlo; todavía respiraba. Mientras se esparcía a lo ancho el olor de la sartén, los otros con la madre se animaban entre sí a morir noblemente. El Señor Dios nos contempla, y de verdad se compadece de nosotros, como declaró Moisés en el cántico de denuncia contra Israel: "Se compadecerá de sus siervos". (Al legar el pequeño) dijo: Yo, lo mismo que mis hermanos,, entrego mi cuerpo y mi vida por las leyes de mis padres... El muchacho murió sin mancha, con total confianza en el Señor. La madre murió la última, después de sus hijos (2 Macabeos 7. 1-6,37,40-41).

Enseñanza

Mamá, me he quedado helada al escuchar esta narración. Yo sabía que la fe en Dios da una fuerza increíble a los fieles, pero tanta como ha demostrado esta mujer y sus siete hijos, es digno de admiración.

Migue, siendo realista, le pregunta al padre: ¿Serías tú capaz de hacer eso con nosotros?
No tengo la menor duda. Morir por Dios antes que renegar de la fe en él, es propio de todo cristiano que lo sea de verdad.

¿Qué supone que destruyan nuestro cuerpo y nuestra alma vaya derecha a Dios? ¡Nada! Lo sentiremos en el momento, pero, al final, todos estaríamos contentos de haber dado testimonio de nuestro amor a Dios y de lealtad a sus mandamientos. Esto le ha ocurrido a millones de cristianos durante estos dos mil años largos que llevamos desde que Jesús nos salvó a todos muriendo en la cruz.

Diálogo: ¿Qué te parece el valor de los hermanos y su madre?

Oración

Señor, este día me siento muy unido a ti y a la gente que sufre por defenderte en esta sociedad y en este mundo. Hay cristianos que mueren cada día porque te aman y porque te dan a conocer.