59. Judit, una bella heroína
Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Palabra de Dios: Era muy bella y atractiva. Su marido, Manasés, le había dejado oro y plata, criados y criadas, rebaños y tierra, y ella vivía de ello. Era muy religiosa, y nadie podía reprocharle lo más mínimo. Al ver sufrir a su pueblo porque no tenían agua, salió, se dirigió a la casa del general Holofernes, diciendo: "Señor, Dios todopoderoso, mira ahora y sé benévolo con lo que voy a hacer para la exaltación de Jerusalén". Le pegó dos golpes en el cuello al general y le cortó la cabeza. Judit gritó desde lejos a los centinelas: "¡ Abrid, abrid las puertas! Dios, nuestro Dios, está con nosotros demostrando que su fuerza en Israel y su poder contra el enemigo..." Y sacando la cabeza de Holofernes, general del ejército asirio, todos se quedaron asombrados. Y Judit dijo: - Escuchad, hermanos. Tomad esta cabeza y colgadla en las alturas de la muralla... (Judit 8.7-8; 13.7-8, 13.6-8,11,15; 1.1)
Enseñanza
Ozías era el jefe de los israelitas que quería entregar todo a los asirios, al rey Nabucodonosor y a su general Holofernes. Judit se puso a rezar para pedirle a Dios que le diera fuerzas. Se arregló, se puso guapísima y se fue al campamento enemigo. Engañaba a sus enemigos diciéndoles: He escapado de mi pueblo hebreo porque han ofendido a Dios. Holofernes se alegró tanto al verla, que le ofreció un banquete. Después se quedó en la tienda del general. Este estaba borracho. Entonces Judit cogió la espada de Holofernes y le cortó la cabeza
Los soldados asirios se llenaron de miedo cuando vieron a su general muerto y su cabeza colgada en las murallas. Huyeron a la desbandada.
Judit cogió todo el botín de Holofernes y se lo ofreció a Dios.
¿Cómo tuvo valor para hacer lo que hizo?, - le pregunta Migue a su padre.
Porque, como te he dicho ya varias veces, Dios se vale de las personas para que se cumpla su anhelo de salvación a todos los hombres. Y este gesto de valentía se entiende en defensa propia y de su pueblo amenazado por los soldados de Holofernes.
Ya ves que para ella hubiera sido fácil casarse con gente de dinero porque era muy rica y guapa. Pero pensó primero en Dios y en su pueblo. Y por eso hizo lo que hizo.
Diálogo: ¿Hizo bien Judit?
Oración
Señor, este día quiero presentarte a todas las mujeres que son buenas madres y esposas. Su valentía diaria en casa cocinando y limpiando, y dando cariño merecen que seamos atentos y atentas con ellas. Pidamos hoy por nuestras madres. No solamente el día comercial del primer domingo de mayo.

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