Concluyó el encuentro de los 56 ministros del Exterior de la Osce (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), que se caracterizó por la discusión entre Hillary Clinton y el ministro del Exterior ruso Sergei Lavrov sobre las irregularidades de las elecciones en Rusia, pero en donde no faltaron referencias a la libertad religiosa, en particular, a la lucha en contra de las persecuciones de los cristianos, un sector con respecto al que la Osce ha estado particularmente activa durante este año.

La misma Hillary Clintos declaró que los Estados Unidos respetan los resultados de las elecciones tras las llamadas “primaveras árabes”, pero que los gobiernos que saldrán victoriosos en estas elecciones deberán respetar a las minorías religiosas. Durante un encuentro con las organizaciones de la sociedad civil (en el que participaron exponentes de países que no forman parte de la Osce, como Libia que participó por primera vez), el sociólogo italiano Massimo Introvigne, representante de la Osce para la lucha contra el racismo, la xenofobia y la discriminación contra los cristianos o de los creyentes de otras religiones, subrayó que en el norte de África los cristianos “no se acontentan con la tolerancia. No quieren ser simplemente tolerados, sino que quieren ser ciudadanos de serie A, como todos los demás, con todas las posibilidades para acceder a los cargos políticos y militares”.

Introvigne también indicó la urgencia, después de las “primaveras árabes”, de continuar los esfuerzos para una convención internacional que proteja los lugares de culto, sobre todo los de las minorías religiosas, como las iglesias y las sinagogas norafricanas, o los cementerios y archivos, de los que citó varios ejemplos, cristianos y hebreos, que han sido atacados y destruidos. “Puede parecer –dijo Introvigne– que en situaciones en las que muy a menudo se discriminan y agreden las personas que se ocupan de los lugares de culto es secundario. Pero no es así. La experiencia demuestra que destruit las iglesias significa querer matar el alma de las comunidades cristianas, y los que tratan de matar el alma no tendrán respeto ni siquiera por el cuerpo ni por la vida de los cristianos”.

Muchos países apoyan la idea de una convención internacional para proteger los edificios de culto y los cementerios. Durante el encuentro de los ministros en Vilnius participaron el ministro del Exterior italiano, Giulio Terzi, y el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las relaciones con los estados de la Secretaría de Estado del Vaticano, que, en su discurso a nombre de la Santa Sede, propuso una jornada internacional anual para recordar a los mártires cristianos modernos.