La identidad judía
Por: Lic. Dina Siegel Vann y Lic. Reneé Dayán Shabot | Fuente: El devenir del pueblo de Israel
A partir de los sucesos históricos que hicieron al pueblo judío perder su tierra, han sido muchos lo pensadores dedicados a tratar de definir el judaísmo. Algunos lo consideran como una religión o como una conciencia colectiva, nutrida por medio de la historia y las tradiciones comunes. Otras perspectivas lo describen como una forma de vida o un modo particular de entender y relacionarse con la sociedad y el cosmos. Con el nuevo sentimiento nacionalista y la restauración del moderno estado judío autónomo de Israel, este debate se amplía.
La ética que constituye la base de la civilización judeo-cristiana es el concepto fundamental que identifica a este pueblo, ya que define con claridad las pautas que rigen el comportamiento entre los hombres, el medio que les rodea y la figura divina.
En síntesis, la complejidad de la identidad judía se basa en la conjunción dinámica de todos estos conceptos.
La idea de Dios o Yahweh
La existencia divina se plasma en los versículos bíblicos. Desde tiempos inmemorables los judíos se han distinguido por su creencia en un solo Dios, único, eterno, omnipresente y universal. El monoteísmo de este pueblo ha prevalecido como la esencia de la teología judía basada en la revelación sagrada.
La Tanaj
La Tanaj de refiere a la colección de 24 libros sagrados que incluyen los 5 libros de Moisés conocidos como el Torá. Además, contienen las enseñanzas espirituales existentes en los textos de los Profetas o Neviím y las Sagradas Escrituras o Ketubim, que incluyen a los Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares, entre otros.
Estos libros constituyen la fuente primaria e inmutable del judaísmo, ya que dicha religión considera que es el testimonio eterno de la voluntad del Todopoderosos. Asimismo, son el centro de la liturgia sinagogal.
El Talmud
A las obras literarias judías que pertenecen al periodo posbíblico, se les conoce como literatura talmúdica.
Literalmente, la palabra Talmud significa “estudio” o “aprendizaje”.
Es un compendio de la tradición oral recibida por Moisés en el Monte Sinaí y que fue transmitida verbalmente de generación en generación. En éste se encuentran vertidas las opiniones rabínicas sobre las experiencias del hombre en sus relaciones con la sociedad, con el pueblo de Israel y con Dios, así como las diversas interpretaciones de las leyendas
bíblicas.
De igual manera, el Talmud es parte tradicional de la educación judía, ya que constituye el fundamento legal y moral de la vida cotidiana de este pueblo. Además, sus dialécticas agudizan la mente y coadyuvan al desarrollo de las habilidades de inferencia y análisis. El Talmud ha permitido al judío hacer frente a los dilemas prácticos y éticos que conforman su existencia día a día.
Sobre los autores:
Lic. Dina Siegel Vann, Directora de Tribunal Israelita
Lic. Reneé Dayán Shabot, Directora asistente de Tribunal Israelita
(Institución de Relaciones Humanas de la Comunidad Judía en México)