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Dios hizo algunos seres sirviéndose de otros.
La acción creadora de Dios se extiende al mundo visible e invisible. La existencia de Satán es dogma de fe


Por: P. Jorge Loring | Fuente: P. Jorge Loring



6.- Dios hizo algunos seres sirviéndose de otros ya existentes.

1. Lo mismo que un carpintero se sirve de la sierra para hacer la mesa.
Los padres son meros instrumentos de Dios. Ellos no saben si el hijo será listo o tonto, alto o bajo, sano o enfermo.
Normalmente, más que hacer las cosas directamente, «Dios hace que se hagan» 11. “La creación no salió plenamente acabada de las manos del Creador” 12.

«La expresión “al principio” no sugiere que el mundo, tal como hoy lo vemos, haya salido entero de Dios en un momento dado. No hay ningún reparo en admitir una lenta evolución de los seres en su aparición, y progreso constante hacia formas cada vez más perfectas. Lo que se afirma es que el comienzo de todo, el arranque inicial, está en Dios. Ese momento en que se pasó del no existir nada de lo que vemos, al primer existir de las cosas es lo que llamamos creación. La idea de creación tiene un matiz muy preciso que la distingue de los similares de “producción” o “construcción”. Es un hacer absolutamente nuevo y original, un partir de cero, en el que no se presupone nada preexistente, sino es el Hacedor mismo. No hay materia previa, no hay instrumentos, sólo existe la posibilidad pura. Sobre esta posibilidad se vuelca el acto amoroso de Dios, que decide sacar a la luz este mundo. La evolución subsiguiente también es obra de Dios. Con esta diferencia: en su primer momento todo es creación; en los momentos posteriores es un desarrollo, un despliegue de la creación inicial»
13.

2. Además de este mundo visible, hay también un mundo invisible al que se extiende igualmente la acción creadora de Dios, como profesamos en el Credo. En el Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI se precisa explícitamente que bajo el nombre de «cosas invisibles» han de entenderse los «espíritus puros que reciben también el nombre de ángeles» confirmando la interpretación tradicional
14. El Concilio Vaticano I habló de los dos órdenes de criaturas, corporal y espiritual, como equivalentes a mundo y ángeles 15.
Hablando de los ángeles dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica:
«Son criaturas puramente espirituales, tienen inteligencia y voluntad: son criaturas personales»
16.
«Jesús menciona a los ángeles como seres reales y activos»
17. Por eso la existencia de los ángeles es dogma de fe 18. Fue expresamente definido por el Concilio IV de Letrán 19.
«La existencia de los ángeles está testimoniada por innumerables pasajes de la Sagrada Escritura, si bien es poco lo que se conoce de sus funciones y naturaleza. Son “mensajeros” de Dios en momentos extraordinarios de la Historia de la Salvación. Conocemos algunos nombres relacionados con la función para la que son elegidos, como los de Miguel, Rafael, Gabriel.
Se da por entendido que son muchísimos en número, distribuidos en jerarquías: Tronos, Dominaciones, Potestades, Querubines, Serafines, Arcángeles, etc.

Fueron sometidos a una prueba. Algunos sucumbieron por haberse declarado en rebeldía contra Dios: son los demonios que fueron condenados al infierno. Desde entonces su existencia parece concentrarse en odiar a Dios y en tentar a los hombres
20.

Entre los ángeles buenos, está el llamado «Ángel de la Guarda», que Dios da a cada hombre en este mundo para conducirle por el camino del bien
21.
«Se deduce de la Sagrada Escritura, según interpretación de los Santos Padres, que Dios ha dado a cada hombre un ángel para su particular defensa y protección»
22.
Dice la Biblia: “Dios te ha encomendado a sus ángeles para que te guarden en todos tus caminos”
23.
En el Evangelio
24 encontramos este testimonio: «Dijo Jesús: “mirad que no despreciéis a uno de estos pequeños, porque en verdad os digo que sus ángeles ven de continuo en el cielo la cara de mi Padre”» 25.

3. Dice Sertillanges que la obra maestra de Satanás ha sido hacer creer a los hombres que él no existe
26.
La existencia de Satanás es dogma de fe. Está definido en el Concilio Lateranense IV. El P. Justo Collantes,S.I., Catedrático de Teología en la Facultad de Granada dice que las palabras utilizadas en este capítulo son «una profesión de fe»
27.Dice el Concilio Lateranense IV: «Creemos firmemente y confesamos sinceramente que (...) el diablo y demás demonios fueron creados por Dios buenos, mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos» 28.
«Por lo tanto no se puede negar la existencia real de un ser creado por Dios»
29.

El pecado del demonio fue de soberbia
30.
La Biblia dice que Dios creó los ángeles y que algunos pecaron y fueron condenados para siempre
31: éstos son los demonios. «Los demonios son ángeles caídos» 32.

Por eso, Javier Ibáñez, en su obra La fe divina y católica de la Iglesia, califica la existencia del diablo de fe divina y católica definida
33.
La existencia del demonio también lo ha confirmado recientemente la Iglesia
34.
Al actualizar el ritual de los exorcismos demuestra que sigue vigente la doctrina del demonio.

El cardenal Jorge Arturo Medina Estévez Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, dijo en Rueda de Prensa, El 26 de enero de 1999: «Sabemos que hay católicos que ponen en duda la existencia del diablo, pero esta realidad pertenece a la fe y a la doctrina de la Iglesia Católica. Quien diga que el diablo no existe no está ya en la fe. La doctrina católica nos enseña que los demonios son ángeles caídos a causa de su pecado, seres espirituales de gran inteligencia y poder; la potencia de Satanás sin embargo no es infinita. No es más que una criatura, potente por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre una criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios».
A propósito de Satanás, el cardenal Medina subrayó «que el influjo nefasto del demonio y de sus secuaces se ejerce habitualmente a través del engaño, la mentira y la confusión. Si Jesús es la Verdad, el diablo es mentiroso por excelencia. Desde siempre, desde el principio, la mentira ha sido su estrategia preferida. Engaña a los hombres haciéndoles creer que la felicidad se encuentra en el dinero, en el poder, en la concupiscencia carnal. Engaña a los hombres persuadiéndoles de que no tienen necesidad de Dios y de que son autosuficientes, sin necesidad de la gracia y de la salvación. Incluso engaña a los hombres disminuyendo, es más, haciendo desaparecer el sentido del pecado, sustituyendo la ley de Dios como criterio de moralidad por las costumbres y las convenciones de la mayoría. Persuade a los niños de que la mentira es un modo apto para resolver los diversos problemas, y así poco a poco se crea entre los hombres un atmósfera de desconfianza y de sospecha. Tras las mentiras y engaños, que llevan la imagen del Gran Mentiroso, se desarrollan las incertezas, las dudas, un mundo en el que no hay ya seguridad, ni Verdad y donde, en cambio, reina el relativismo y la convicción de que la libertad consista en el hacer lo que se quiere; así no se entiende ya que la verdadera libertad es la identificación con la voluntad de Dios, fuente del bien y de la única felicidad posible»
35.

El demonio es un ser inteligente, no humano, que induce a los hombres al mal
36. Pero al demonio se le puede vencer con la ayuda de Dios 37.
Al demonio se le pinta con cuernos y con rabo; pero ya se comprende que el diablo ni tiene cuernos ni rabo, pues es espíritu. Se le representa así para expresar que es un espíritu malo.
En la Biblia parece clara la existencia del demonio en la tentación de Eva, en las pruebas de Job, etc.; y sobre todo en el Evangelio
38. Cristo para rechazar a Pedro que le proponía huir de la cruz le dice:«Apártate de mí, Satanás» 39. Es decir, Cristo supone que Satanás es alguien 40. Si no, ese modo de hablar no tendría sentido.
Dice el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica que el demonio es persona
41. Así lo considera Cristo pues supone que tiene deseos: le dice a Pedro que «Satanás quiere cribaros como al trigo» 42. Y San Pedro llama a Satanás nuestro adversario y afirma que anda buscando el modo de hacernos daño 43.
En otra ocasión Cristo afirma que Él expulsa al demonio
44.

D. Salvador Muñoz Iglesias, Profesor de Sagrada Escritura en el Seminario de Madrid, en el espacio de Televisión El pulso de la fe, dijo: «Quien niegue la existencia real de Satanás tiene que admitir que Cristo o se equivocó o nos engañó. Si un cristiano no puede admitir ninguna de estas dos cosas, tendrá que aceptar la existencia real de Satanás».
«Si hay algo claro en una lectura de las páginas del Nuevo Testamento, es que para Jesús y los Apóstoles, el demonio es una realidad, una realidad viva; y no una simple figuración o un fantasma»
45.

Pablo VI dijo: «Quien rehusa reconocer la existencia de Satanás se sale del marco de la enseñanza bíblica y eclesiástica»
46.

Dice Monden: «No se puede eliminar de la Escritura la existencia del demonio como ser personal sin alterar el mensaje cristiano en su misma esencia»
47.

A veces se dan casos, aunque rarísimos, de posesión diabólica.
Hay que distinguir entre la auténtica posesión diabólica y los enfermos mentales que se creen poseídos del demonio.
Para las auténticas posesiones diabólicas la Iglesia tiene sacerdotes especializados que practican exorcismos para expulsar los demonios.
También hay que distinguir entre el verdadero exorcismo, realizado por un sacerdote especializado con el ritual de la Iglesia, y las oraciones de liberación que puede hacer cualquier cristiano
48.

El demonio «es el tentador que busca nuestra desgracia y quiere cerrarnos las puertas del cielo»
49.
«Sin embargo, el poder de Satanás no es infinito. No es más que una criatura»
50.«El diablo no tiene poder sobre la salvación eterna del hombre, si éste no se lo permite»» 51. «Aunque el diablo es capaz de tentarnos no puede arrancarnos nuestro consentimiento»» 52.

Dice la Biblia que el demonio nos tienta porque nos tiene envidia»
53, pues siendo la naturaleza humana inferior a la angélica, nosotros podemos salvarnos y él no. Por eso quiere impedir nuestra salvación eterna» 54.
Dice San Pablo que el diablo nos tienta»
55.
Y para tentarnos, nos engaña. San Juan le llama «mentiroso»»
56.
En el Nuevo Testamento se habla del demonio más de cien veces»
57.
El hecho de que la Biblia mencione en el Apocalipsis el 666 como el número de la Bestia, «para algunos es el signo de Satán, y es un número maldito»»
58.

En nuestros días la presencia del diablo se da principalmente en las prácticas de espiritismo y el el juego de la «ouija»»
59. Y también en las sectas satánicas y en las posesiones diabólicas» 60.

Puede ser interesante mi vídeo: ¿Existe el diablo? con mi intervención en un debate de la televisión vasca (ETB)»
61.
 

 


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