Devocionario. Oraciones Varias
Elevación
Por: Sor Isabel de Trinidad | Fuente: Manual Encuentro
Oh mi Dios, trinidad que adoro, ayúdame a desentenderme por entero de mi mismo, para instalarme en Tí, inmóvil y pacífico, como si mi alma residiera ya en la eternidad. Que nada pueda perturbar mi paz, ni desligarme de Tí, oh mi inmutable, y que, a cada minuto me abisme más profundamente en tu Misterio.
Pacifíca mi alma. Haz de ella tu morada anhelada y el lugar permanente de tu descanso. Que yo jamás te abandone, si no que quede enteramente inmerso en Tí, todo atento en mi fé, en actitud de adoración, y entregado por completo a tu acción creadora.
Oh Cristo amado, crucificado por amor, cuánto desearía cubrirte de gloria; cómo desearía amarte hasta morir. Pero siento mi impotencia;por eso te ruego: revísteme de Tí mismo, identifica mi alma con todos los movimientos de tu corazón. Sumérgete en mí. Compenétrame y envuélveme. Toma mi lugar, a fin de que mi vida sea una irradiación de la tuya. Instálate en mí como Adorador, como Reparador, como Salvador.
Oh Verbo, oh Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote, quiero ser eternamente dócil, para aprender todo de Tí. Y después, a través de todos los vacíos, de todas las noches, de todas las impotencias, quiero tener los ojos fijos en Tí.
Oh fuego devorador, Espíritu de Amor, ven a mí para que se opere como una nueva encarnación del Verbo. Que yo sea para Él, una nueva humanidad en la que Él renueve su Misterio.
Y Tú, oh Padre, inclínate sobre esta pobre criatura, cúbrela con tu presencia; contempla en ella tan sólo a tu Bienamado Hijo, en quien pusiste todas tus complacencias.
Oh mi Tres, mi Todo, mi Beatitud, Soledad infinita, Inmensidad en la que me pierdo;me entrego a Tí por entero; sepúltate en mí para que yo me sepulte en Tí, en la Esperanza de llegar a contemplar tu Luz, el abismo de tu grandeza.
Amén.