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Cine

Año del diluvio
Jaime Chavarri, que ya ha tratado muchos temas diferentes en su filmografía, se ha detenido ahora en hacer un estudio de la vida de una religiosa para, en el fondo, hacernos entender que son personas normales que sienten igual que cualquiera...


Por: Felipe Santos | Fuente: www.buzoncatolico.com



Dirección: Jaime Chavarri. Guión: El mismo y Eduardo Mendoza. Fotografía: Jaume Peracaula. Música: Carles Cases. Intérpretes: Fanny Andart, Darío Grandinetti, Ginés García Millán, Pepe López, Eloy Azorín, Francesc Orella, Sandra De Falco,Rosa Novell y Francisco Lorenzo

Jaime Chavarri, que ya ha tratado muchos temas diferentes en su filmografía, se ha detenido ahora en hacer un estudio de la vida de una religiosa para, en el fondo, hacernos entender que son personas normales que sienten igual que cualquiera, pero, en si libertad, lo han dedicado todo a Dios y a los demás.

El guión, sin embargo, se ha centrado más bien en el aspecto humano de una religiosa que, cansada de dirigir un hospital en malas condiciones de instalación y de personal especializado, se lanza a la fundación de un asilo para mayores en las mejores condiciones que la técnica permite en nuestros días.

Se va a la calle a recavar dinero de un señorito hacendado y con fama de mujeriego.

Todo empieza por una relación simplemente económica, pero- al cabo del tiempo- la atracción humana afectiva se intensifica entre ambos. Todo marcha sobre ruedas y a pedir de boca hasta que los maquis hacen acto de presencia con sus exigencias personales de venganza .

En nuestros días- y en España sobre todo- hacer un cine independiente es tarea harto difícil. Chavarri lo ha conseguido. Ha cuidado con extremo el guión para que sea mesurado, parsimonioso y no se decante por el fácil escándalo a que se prestaba el tema.

La narración, en base a unos buenos personajes que encarnan muy bien las vivencias de los guionistas y de sus buenos diálogos, nos va dando pautas paulatinas de que en la monja hay ante todo una mujer que siente como cualquiera otra.

Para evitar el hondo dramatismo a que podría inclinarse la historia de una consagración y de una vida afectiva, el realizador y su coguionista han tratado el tema con una buena dosis de humor, evitando a toda costa que no aparezcan personajes arquetipos sino gente real de la vida para que, desde ella misma, lleguen a sorprender a los espectadores.

Ha buscado una desmitificación de personajes tipificados y topificados en la realidad de mucho cine español. La vida no es tan fácil como aparentemente parece a los ojos de muchos que no profundizan en la esencia de la misma.

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