Grupos de Origen Judeo-Cristiano
Por: Oscar Gerometta | Fuente: Informe sobre las Sectas
Consideramos bajo de la denominación Grupos de Origen Judeo-Cristiano a aquellos que tienen sus raices claramente en la cultura judío-cristiana de Europa y América.
¿Por qué judeo-cristiano y no dos grupos separados? Pues porque el judaísmo y cristianismo son dos realidades íntima e indivisiblemente unidas por doctrina, historia, entorno geográfico, etc. De hecho, muchos grupos que tienen como origen inmediato una iglesia cristiana presentan en su doctrina a aspectos del judaísmo anteriormente dejados de lado por los cristianos, como es el caso -por ejemplo- del regreso a la observancia del sábado por parte de los adventistas.
Adicionalmente, este conjunto de grupos tiene en común el concepto de iglesia o comunidad como estructura socio-religiosa. Esto hace que inmediatamente definan quién pertenece a la iglesia o comunidad y quien, y se incorporen los conceptos de comunión y ex-comunión. Este es un concepto sociológico central en el judeo-cristianismo occidental, que está ausente en la gran mayoría de las religiones orientales y paganas, haciendo de esta forma más clara -en principio- la determinación de quién pertenece a un determinado grupo, y quién no.
Otro elemento común a todos estos grupos es el reconocimiento de al menos una cierta autoridad al texto bíblico, si bien muchos de estos "complementan" el texto bíblico con otras revelaciones o interpretaciones de su propia consecha.
Grupos de Origen Cristiano
Denomino Grupos de Origen Cristiano a aquellos que declaran explícitamente su fe en Jesucristo verdadero Dios, tan Dios como el Padre. Se trata generalmente de escisiones de las grandes iglesias cristianas (catolicismo y protestantismo) que se separan a partir de divergencias de orden disciplinar entre los católicos, y de orden de énfasis en la predicación entre los protestantes.
Si bien se trata de grupos que tienen comportamientos y actitudes de tipo sectario, mantienen en esencia el núcleo de la fe cristiana aunque en general teñido por la visión particular de su fundador o grupo dirigente.
En el caso de grupos surgidos de iglesias protestantes muchas veces es difícil para el lego distinguir estos grupos de las legítimas iglesias surgidas del núcleo de la Reforma, sobre todo en países de tradición católica en los que no se conoce con tanta profundidad la estructura del árbol eclesial reformado. En estos casos se puede apelar a revisar si el grupo incurre en alguna de las 8 "aberracoines" que las iglesias protestantes detectan en estos grupos:
1. Tienen un conocimiento muy pobre de historia de la iglesia y de las categorías teológicas, consecuentemente las Escrituras son consideradas fuera de contexto y utilizadas descuidadamente para justificar sus propias opciones doctrinales.
2. Hay un control muy marcado por parte del líder o grupo de liderazgo, buscando una sumisión implícita o explícita de los miembros. Se argumenta que los líderes son los "voceros de Dios".
3. Los miembros son separados del "mundo" por una variedad de caminos con el argumento de que es necesario "protegerlos" de su influencia.
4. Los miembros son los pocos escogidos, no es posible encontrar la salvación fuera de los límites del grupo.
5. Uniformidad en su estilo de vida, que se manifiesta no sólo en las creencias sino también en el lenguaje, el modo de vestir y las condiciones de vida.
6. No se permite el disenso . Dado que los líderes son los profetas de Dios, los seguidores no pueden cuestionar ninguna de sus palabras.
7. El abandono del grupo es siempre extremadamente traumático. Incluso se maneja la amenaza con el castigo divino para aquellos que se alejan.
8. Las doctrinas y prácticas están sometidas a permanentes cambios y transiciones según las decisiones del grupo dirigente.
Grupos para-cristianos
Hay que dar consideración enteramente diferente al conjunto que denomino Grupos para-cristianos ya que si bien las iglesias cristianas tradicionales objetan seriamente su profesión de fe, estos grupos reivindican ser el auténtico cristianismo.
Estos grupos tienen su origen en alguna iglesia cristiana histórica, generalmente en una persona que ha sido educada en los principios religiosos y morales de alguna de esas iglesias históricas. Ahora bien, a partir de la fe en visiones y revelaciones particulares que generan un cuerpo de doctrina propio, se han apartado de su tronco histórico para seguir a su fundador y/o u grupo gobernante par aalejarse progresivamente, cada vez más, del tronco común cristiano, con el pretexto de la fidelidad al mensaje bíblico, aunque es en realidad fidelidad a las enseñanzas del líder.
En términos generales estos grupos han abandonado la fe en la Divinidad de Jesús afirmando en el mejor de los casos de modo genérico que "Jesús es el hijo de Dios", no propiamente Dios. Esta ambigüedad del lenguaje es siempre un motivo de confusión y de largas discusiones sin conclusión clara ya que todos estos grupos sostienen fervientemente su profesión de cristianos pero se resisten a hacer una profesión expresa de fe cristiana. Más aún, cuando se ahonda en su doctrina se encuentran afirmaciones tales como la de los Testigos de Jehová: que Jesús es el Arcángel San Miguel transcorporalizado. Esto corrobora que no pueden ser considerados cristianos, ya que no sostienen la divinidad de Jesús de Nazareth.
Grupos de Cristianos Marginales
Los que llamamos Grupos de Cristianos Marginales son grupos, movimientos, congregaciones de fieles que van surgiendo en la periferia de las comunidades eclesiales de las iglesias históricas y que en muchos casos no llegan a conformar formalmente una secta. Conviene en este punto repasar los criterios distintivos que permiten establecer que nos encontramos ante una secta propiamente tal, y no solo ante un grupo de características sectarias.
En la mayoría de los casos, estos grupos no llegan nunca a constituir formalmente una secta ya que su deseo explícito es mantenerse dentro de la comunión de una iglesia histórica. No quieren romper la comunión sino que reivindican ser los bastiones de la ortodoxia doctrinal o ritual. En términos generales, el énfasis de su predicación está puesto en una práctica ritual, un aspecto disciplinario o algún punto doctrinal considerado secundario en ese momento por las iglesias históricas. El liderazgo se centra en la predicación y desarrollo de ese punto, y tiende a establecer distancia respecto de la jerarquía de la iglesia de origen, aunque sin llegar a la ruptura ya que esto alejaría a los fieles en su primera etapa.
Un claro ejemplo de este tipo de agrupaciones lo constituye la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, la que de la mano de Mons. Marcel Lefebvre se separó de la Iglesia Católica. Muchos de estos grupos nunca llegan a constituírse propiamente en sectas, sin embargo no por eso dejan de ser fuertemente nocivos a nivel social para la iglesia en la que pretenden estar insertos, y para sus miembros a nivel espíritual, psicológico y muchas veces físico.
Grupos de Origen Judío
Cuando me referiero a Grupos de Origen Judío no me estoy refiriendo a las diferentes escuelas de interpretación de la Torah que conviven aún hoy en el seno de la comunidad judía. Estos grupos, si bien son diferentes y muchas veces han sido denominados "sectas" para hacer referencia a las fuertes divisiones internas que provocan, se mantienen dentro de la comunidad orgánica judía y aceptan a sus representantes, por lo que modernamente quizás les cupiera mejor denominación de "escuelas".
Muy por el contrario, con la denominación de Grupos de Origen Judío estoy aludiendo específicamente a movimientos muy semejantes al de los Cristianos Marginales, que nacen en el seno de la comunidad judía pero que por decisión propia o del Colegio Rabínico tienden o son puestos efectivamente al margen de la comunidad de fe y vida judía.
Contemporáneamente estamos asistiendo al surgimiento de varios grupos de este tipo que se asientan en diversos aspectos de la interpretación judía de las Escrituras o en un énfasis nuevo en prácticas tradicionales de la comunidad.
Un lugar especial hay que reservar a todo el movimiento cabalístico que por un lado está tendiendo a estabilizarse como grupos con identidad propia, a la vez que penetra en sectores sociales sensibles a planteos de tipo esotérico. Este será un sector cuya evolución habrá que observar con detenimiento en los años por venir. Pero no hay que minimizar, los grupos de origen judío no son solamente aquellos que ponen un énfasis desmedido en el estudio de la Cábala.
Grupos de tipo satanista
Finalmente, puede llamar la atención de que incluya en este conjunto a los Grupos de tipo satanista.
Ocurre que el Satanismo contemporáneo es un producto cultural que solo encuentra sentidoi en un contexto judeo-cristiano. Los movimientos satanistas son una forma de respuesta o rebelión al orden político, social, económico y religioso establecido en la sociedad occidental. Y esa sociedad es la sociedad judeo-cristiana.
En este sentido, los movimientos propiamente satanistas (no confundir satanismo con brujería) han de ser comprendidos en el mismo contexto doctrinal, social y cultural que las sectas claramente cristianas. Si bien en cuanto formas de rebelión están marcadas por el rechazo de todo lo cristiano, ese rechazo es expresado con las mismas estructuras conceptuales, rituales y dogmáticas del cristianismo. Paganismo y satanismo no son sinónimos, son estructuras religiosas (conceptuales, dogmáticas y rituales) absolutamente diferentes.