Derechos humanos y leyes positivas.
Por: José Ignacio Moreno | Fuente: Catholic.net

I. Nociones Generales
1. Origen de la ley
El conocimiento del bien compromete a la persona. Conocemos el bien no sólo como tal, sino como lo que debemos hacer. Ese deber es una ley no escrita que descubrimos bajo la forma innegable de inclinación natural: por eso la llamamos ley natural y de ella se derivan los derechos humanos.
El fundamento de las leyes está en los derechos humanos, no en la voluntad de los pueblos.
2. Derechos humanos, inclinaciones y ley natural
Los derechos humanos no son un invento de la cultura humana. Es un descubrimiento que cada hombre realiza dentro de sí. El punto de partida para entender esta ley natural que sustenta esos derechos es darse cuenta de que tal ley provoca las evidentes inclinaciones a obrar el bien; que se seguirán o no. Hay juicios anteriores a la acción, que aparecen como una ley del obrar, distinta muchas veces de las preferencias del sujeto. Kant: "hay dos cosas verdaderamente admirables en el mundo: el cielo estrellado fuera de mí y el orden moral dentro de mí".
3. Universal y objetiva
Para que las leyes morales sean verdaderamente humanas deben tener su origen fuera del hombre, porque si no, los intereses humanos las destrozarían, e impedirían la propia libertad personal (si en un partido de fútbol cada equipo pusiese sus leyes).
4. Consecuencias de su transgresión
El insoportable sentimiento de culpa, tan desgraciadamente familiar a nuestros psiquiatras, no es otra cosa que el grito de alarma con que la naturaleza se defiende. Una posible consecuencia es el cinismo. El hombre profundamente cínico no admite que lo sea. Y esto puede deberse a que la conciencia está tan en desacuerdo consigo misma que no se reconoce y opta únicamente por el interés propio: el cínico ha limitado gravemente su libertad moral y por esto está muy incapacitado, si no cambia, para la justicia.
5. Derechos humanos y leyes humanas
La conexión con los derechos humanos otorga a las leyes humanas su legitimidad. La ley humana sólo es verdadera ley cuando respeta la verdad sobre el hombre manifestada por los derechos humanos naturales. La actual mentalidad positivista, que comenzó en la Ilustración, aplicada al derecho, da lugar al positivismo jurídico. Un representante es Kelsen. Esta postura niega los derechos humanos naturales, y afirma que sólo existen las leyes humanas escritas: las que real y positivamente han sido elaboradas por los hombres. ¿Pero que ocurriría de ser cierta la hipótesis positivista? ... Sucedería que antes de promulgar las leyes humanas no serían injustos el asesinato ni el robo, por ejemplo. Por tanto habría una pérdida de valores morales y un fomento de los propios intereses. Y, además, si la ley humana fuera justa sólo por ser ley positiva, los regímenes políticos que violasen legalmente los derechos humanos no serían injustos. Nadie podría protestar contra ellos o exclamar "no hay derecho"; no podrían denunciarse regímenes tiránicos: el positivismo conduce al absurdo.
6. La Lección de Nuremberg
Al terminar la 2ª Guerra Mundial, los dirigentes nazis fueron juzgados en Nüremberg. Su defensa consistió en decir que eran un estado soberano con reconocimiento internacional y con un derecho estipulado, y que habrían obrado conforme a esa ley. Se les contestó que tal derecho no era legítimo porque habían cometido crímenes contra la humanidad (otro modo de hablar de la derechos humanos).
7. Justicia y derecho
¿Por qué existe lo suyo? Porque el poseedor tiene derecho a él; por tanto, la justicia presupone el derecho (si no hay derecho, no hay justicia).
Un derecho sólo puede existir en un sujeto capaz de poseerlo y reclamarlo, y sólo el hombre posee derecho, porque sólo él se autoposee, es dueño de sí, persona. El derecho supone un deber, una moralidad.
Sin embargo la vinculación fervorosa a los derechos humanos suele ir acompañada de la violación impune de los mismos. Pieper afirma: "quizá porque al apoyarlos sobre la naturaleza humana lo hacemos sobre el penúltimo fundamento"; es decir: hace falta algo superior que imprima estos derechos en la naturaleza humana para que no sean los hombres los que los pongan o quiten según intereses.
8. Alteridad y exterioridad
Iustitia est altero (la justicia se dice respecto al otro). Significa dar o retener lo suyo a otra persona a la que estoy comprometido. Por eso toda acción, aunque quede fuera del campo de las leyes, afecta al tejido social, sin que importe que se de en lo que parece solamente privado. De acuerdo con esto, todo acto inmoral puede considerarse injusto. Aunque en el hombre lo interno es siempre la causa de lo externo, la justicia se realiza sobre todo en acciones externas y su falta sólo es punible socialmente en este último tipo de acciones.
La justicia es una virtud personal.
9. Tipos de justicia
a) Justicia conmutativa: la que se da entre los individuos.
b) Justicia distributiva: la del Estado respecto a los ciudadanos.
c) Justicia legal: la de los individuos respecto al Estado. Un país será más justo cuanto sean más perfectas estas justicias. Parece que no se instaurará definitivamente la justicia; más bien habrá de ser constantemente vuelta a implantar.
10. La justicia del gobernante
Spaemann: "la justicia es el reconocimiento de una simetría fundamental entre los hombres, justamente allí donde se trata de repartir bienes escasos". La imparcialidad es uno de los rasgos de la justicia distributiva (la del gobernante); la parcialidad, su corrupción.
11. Los límites de la justicia
Justicia y misericordia se necesitan una a otra. "El poder temporal se aproxima todo lo que puede al poder divino cuando la clemencia frena la justicia" ("El Mercader de Venecia", Shakespeare).
II. Sociedad y Justicia
12. ¿Es la democracia el mejor sistema de gobierno?
Quizás sí ¿Por qué? Porque todos somos iguales.¿Qué concepción de la persona hay en la democracia?...Toda persona tiene dignidad, derechos y libertad. La democracia supone una valoración positiva de la persona...¿qué constituye los límites de la democracia?...Los derechos humanos.
13. Formas de gobierno en Tomás de Aquino (1225-1274)
Es partidario de una mezcla de monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de varios) y democracia (gobierno de todos) ; con lo que parece apuntar a lo que ahora llamamos una monarquía constitucional.
14. Hobbes (1588-1679) dice que "el hombre es un lobo para el hombre". Hume (1711-1776) dice que los hombres se relacionan por intereses, pero esto no es malo según él. ¿En qué se parecen las posturas de Hobbes y de Hume?
Ambos, con posturas distintas, afirman que las relaciones entre los hombres son puramente interesadas, de competencia; en definitiva: que el hombre sólo piensa en sí mismo, que lo que se busca es sacar el mayor provecho del otro. Pero esto no es siempre así. Precisamente la ayuda desinteresada es lo más propio de la amistad.
15. El contrato social de Rousseau(1712-1778).
Rousseau es partidario del contrato social. Consiste en que cada individuo cede aspectos de su libertad a cambio de servicios sociales. De esta manera entiende la vida social no como algo que realiza al hombre sino como un mal menor que hay que tolerar. Frente a esto se puede decir que el hombre es social por naturaleza, y sólo se desarrolla en sociedad...Es verdad que en la vida social se producen límites a la libertad, pero ese roce social no tiene por qué ser negativo porque puede hacer madurar la libertad personal. La libertad propia se potencia con la libertad de los demás siempre que se atienda al bien común.
16. ¿Es cierta la teoría materialista de la historia?
Cualquier ser no espiritual no es consciente de sí y por eso no puede hacer una teoría (materialista o no) de su historia. Sólo quien es consciente de sí puede hacer una teoría de su historia. Lo curioso es que al afirmar que su historia es materialista está diciendo que es imposible que se haga una teoría sobre su historia. En su obra "El hombre eterno" Chesterton nos dice que las cabras no han tenido todavía su Plutarco, que la guerra no la hacen las tendencias económicas sino los hombres de a pie, y que Cartago perdió frente a Roma porque la primera sólo tenía un impulso mercantil mientras que la segunda luchaba por la supervivencia de sus familias. El mismo autor dice que la teoría materialista de la historia es lo mismo que pensar que las pantorrillas sólo andan en busca de calcetines. Considerar que la economía es lo principal en el hombre es lo mismo que decir que el momento más sublime de la jornada es la comida, que la libertad se reduce a impulsos bioeléctricos y que el amor es el humo del sexo; es decir: la vida de un zoológico.
Las concepciones materialistas de la historia llevaron a finales del siglo XVIII al liberal capitalismo al estilo de Adam Smith que desembocaron en sistemas de trabajo explotadores basados en la libre competencia sin atender al bien común. Este autor, en su obra "La riqueza de las naciones" afirmaba que la libre competencia sin frenos aumentaría la productividad y habría mayor riqueza para todos. El error de la postura liberal estuvo en la no intervención del Estado, dejando la economía totalmente en manos de sus agentes, y por tanto sin compensar los desequilibrios a que ello daría lugar. Como reacción surgió en el siglo XIX el marxismo que promovió el acceso de los trabajadores al poder por la vía revolucionaria.
El marxismo considera que la ley de la historia es la lucha de clases que se ha dado en la esclavitud, el feudalismo y en último lugar en el capitalismo que consecuencia de la industrialización ha creado una sociedad de clases contrapuestas. La liberación del proletario sólo puede solucionarse con la revolución violenta. Sucederá una pasajera dictadura del proletariado, después una fase socialista y finalmente se instaurará el comunismo.
Además de la crítica que hicimos al comienzo de la pregunta se pueden constatar algunas contradicciones internas más del sistema marxista. Por ejemplo: si todo es materia y la materia se mueve por el determinismo...¿cómo es posible que surja la revolución?
Por otra parte ahora sabemos que el marxismo en la historia ha fracasado estrepitosamente. El propio Marx apeló a la libertad, contradictoriamente, desde un materialismo y además afirmó que la validez de un sistema se medía por los hechos a los que su aplicación daba lugar, no por las teorías.
Tanto la postura liberal capitalista como la marxista, siendo opuestas, coinciden en ser materialistas.
17. Derechos humanos en el siglo XX
Tras las dos guerras mundiales el mundo ha necesitado establecer una explicitación de derechos humanos, ver(Declaración de Derechos humanos de la ONU)