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Adoradores de quién, ¿Dios o personas?
Sectas, apologética y conversos /Apologética: Respondiendo algunas dudas

Por: Juan de Dios Castillo Encinas | Fuente: Catholic.net

Hoy por hoy vivimos a prisa donde ya ni siquiera le damos tiempo a Dios es decir no hay tiempo para orar, ni mucho menos dar testimonio de Él.

La Palabra de Dios siempre nos deja en claro lo que nosotros como creyentes del Señor debemos hacer, es decir tenemos grabados en nuestros corazones los mandamientos del Señor, y pese a eso a nosotros nos da igual, pero se nos olvida que muchas personas fueron capaces de dar su vida por profesar que adoraban a Dios, así como lo lees fueron sentenciados a morir unos fusilados, otros horcados, otros con torturas; y sin embargo nosotros a veces nos olvidamos y nos casamos con ideas de otras personas, sea la clase que sea, y nos desviamos de lo central el servicio a Dios y a los demás. Pero ellos tenían algo que a veces nos falta a nosotros y eso es la confianza puesta en el Señor y es por eso que sus ruegos ante esta injusticia fueron escuchados por el Señor. Mi pregunta es y se las hago a ustedes ¿cuántas veces nosotros nos convertimos en adoradores y no de Dios sino de personas, ideas, pensamientos? y sabes algo querido hermano y hermana eso nos aleja del Señor.

Recordemos el Señor es grande y sabe de nuestras necesidades y por eso en este pasaje del Evangelio nos dice que confiemos más en Él y que seremos realmente libres, te has de estar diciendo "si yo soy libre", pero sabes algo: te equivocas, actualmente vivimos siendo esclavos del pecado, aunque entre nosotros no falta quien piense que ya se confesó, que loco está éste, quien se cree, pero no mis hermanos somos esclavos del pecado y esos eslabones de la cadena que nos ata son: el egoísmo, envidias, chismes, discordias, apatías, rencores, soberbia, etc., y todos esos eslabones no nos dejan unirnos como creyentes del Señor, al contrario, nos dividen más y más y con eso en lugar de ser constructores del reino de Dios, nos convertimos en demoledores, desgraciadamente veo a veces una Iglesia mediocre es decir, que se conforma con lo que tiene, no le gusta ser participativa ni mucho menos incluirse, veo que se dejan guiar por los chismes y habladurías de los demás en lugar de acercarse y preguntar ¿podemos ayudar? O simplemente dicen esto no me toca a mí le toca a fulano.

Basta yaaa de estar siempre a la espera de que me hagan todo, de siempre andar juzgando a los demás, de ser piedra de tropiezo, incluso obstáculo para los demás por eso te lo digo, levántate hermano, hermana, ponte en movimiento, y juntos creemos la civilización del amor, hoy elevo mi plegaria al Señor Dios Todopoderoso, para que nuestra Iglesia que somos tú y yo, poco a poco se convierta al Señor con un corazón sincero, que evitemos ser causantes de las divisiones, porque la Iglesia no es la construcción sino que somos cada uno de nosotros los bautizados, somos piedras vivas y cada uno de nosotros somos importantes, es por eso que pido el auxilio del Espíritu Santo para que nos asista en todos nuestros trabajos, apostolados y misiones, clamo la intercesión de la Bienaventurada Virgen María Madre del Señor y nuestra para que con su consejo no caigamos en la tentación de convertirnos en adoradores de personas, corrientes e ideas, sino en adoradores del Dios vivo y verdadero; pido la sabiduría que proviene del Señor para que siempre lo invoquemos de todo corazón, que nuestro amor a María Santísima y a los Santos y Santas del Señor no los confundamos, pues es una veneración, un cariño que les tenemos y que nosotros sepamos confiar en el Señor y que Él sea el número uno en nuestras vidas.

Recuerda y ten siempre presente: adoramos solo al Señor, y como miembros de su cuerpo, queremos ser fieles colaboradores en la expansión del Reino de amor, justicia y paz.