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Carta a un profesor
Educadores Católicos /La Misión del Educador

Por: Maria Luisa Martínez Robles | Fuente: Catholic.net

Quiero escribir una carta cada semana a una persona que ejerza una profesión, tenga un lugar en nuestra sociedad o me llame la atención por algo.

Me gusta escribir y voy a utilizar las redes sociales para mostrar mi admiración, mi disgusto o mi opinión. Siempre con el respeto, la comprensión y la corrección exigida, aunque no siempre utilizada, en  las comunicaciones actuales.

Hoy me dirijo a ti profesor o profesora, aunque es innecesario, según la R.A.E, especificar el  femenino..
Doy las gracias a Rafa, por haber enseñado a mis hijos una asignatura que les costaba aprender: matemáticas. Les ayudaste a necesitarlas en la vida y a valorar el esfuerzo para conocerlas. A Charo, aunque ya no está con nosotros, para ella cada alumno era único y diferente y así les trataba. Asun dedicó mucho tiempo no sólo a enseñar, también a educar. Parece lo mismo pero no  lo es. Pedro también nos dejó, un vacío difícil de llenar, profesor de Universidad al que, según me dijo en una ocasión, le importaban las personas no las asignaturas. Belén que además de otras asignaturas su prioridad era enseñarles a ser buenas personas.

Maite  afortunadamente  sigue en activo y les dice a sus alumnos lo que tienen que estudiar para que les salga bien el examen y aprendan lo realmente importante. Todos  sois  grandes profesionales que habéis  dejado huella en  vuestros alumnos.

Cómo dice Gabriel Celaya :

Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.

Soy muy afortunada en haber enseñado sus primeras letras a otros profesores, abogados, psicólogos y que todavía se acuerden de mí.

Es una profesión muy difícil, necesita mucha dedicación, mucha paciencia. No sirve saber mucho, es necesario transmitir esos conocimientos y crear la necesidad de aprender. Es una tarea difícil. Muchos maestros no son conscientes de su importancia y se permiten ridiculizar a un alumno, quiero creer que en broma, por su aspecto físico y tener algún gramo de más. Afortunadamente no es lo habitual.
No es un trabajo más, como bien sabéis.Los alumnos necesitan sentirse comprendidos y queridos.
Si para ti es solo una forma de ganarte la vida, emplea tus conocimientos en investigar, en plasmarlos en un proyecto.

Tratar con niños y adolescentes requiere otras habilidades.

Perdona a los padres, cuando en ocasiones se alteran porque para ellos, sus hijos son  lo más importante.

Gracias por poner la semilla para que luego fructifique y crezca. No pierdas la paciencia, es algo imprescindible al entrar en el aula.

Tenéis que cumplir el temario, somos conscientes, pero sobre todo hay que forjar personasresponsables, constantes y honestas. Memorizad con ellos, enseñadles a estudiar no sólo a aprobar.

Si miramos a cada alumno como único e irrepetible, ellos considerarán a su maestro especial.

Los niños nos enseñan muchas más que los libros de pedagogía. Te devuelven con creces todo lo que inviertes en ellos.