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Declaración sobre la Biblia Latinoamericana
Clero /Eucaristía y Liturgia

Por: Conferencia Episcopal Argentina | Fuente: iveargentina

A todos cuantos leyeren:

Con la publicaci?e este “Suplemento” llega a su fin, luego de un proceso m?largo de lo esperado, cuando los Obispos Argentinos manifest?mos el 30 de octubre de 1976, acerca de la necesidad de una revisi? complementaci?e la edici?e la Biblia, llamada “para Latinoam?ca”, o vulgarmente “Latinoamericana”.

Entregamos por lo mismo al conocimiento p?co este “Suplemento”, que esperamos, como era la consigna aprobada por la Asamblea Plenaria en aquella oportunidad, permitir?al lector prudente y adulto manejar” aquella “edici?nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida interior”.

Por lo tanto, y dando cumplimiento a aquella resoluci?declaramos este “Suplemento” obligatorio en todo el ?ito de las Di?is que comprende la Conferencia Episcopal Argentina, no debiendo, por lo mismo, ni los fieles usar aquella edici?e la Santa Biblia sin este Suplemento, ni las librer? que se llamen cat?as vender la una sin el otro.

Recordamos adem?que dicha edici?e la Santa Biblia no es apta para el uso lit?co en ninguna de las iglesias o capillas, ni en ninguna de las ceremonias lit?cas que se realicen en nuestras jurisdicciones.




RA? FRANCISCO Card. PRIMATESTA
Arzobispo de C?ba
Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina


Buenos Aires, 9 de diciembre de 1978.



DECLARACI? SOBRE LA LLAMADA “BIBLIA LATINOAMERICANA”

Durante las ?mas semanas hemos asistido a una pol?ca sobre los valores y caracter?icas de la edici?e la Biblia llamada “latinoamericana” o “para Latinoam?ca”

Esta pol?ca alcanz? los medios period?icos una publicidad inusitada para temas de naturaleza tan especial como el que est?n discusi?br>
La Conferencia Episcopal Argentina, en su Asamblea anual, ha encarado el estudio del asunto y cree necesario iluminar algunos puntos que se han agitado en las publicaciones de estos d?.


1. — Biblia y Magisterio

Tenemos los Obispos la grave obligaci?e defender el valor supremo de la Palabra de Dios (Conc. Vaticano II, Dei Verbum, nº 1), a cuyo servicio est?uestro magisterio (Dei Verbum, n9 10) y el cual tiene por funci?onservar ?egramente, interpretar y difundir esa Palabra que encierra el misterio de nuestra Salvaci?br>
La interpretaci?ut?ica de la Sagrada Escritura en la Iglesia es derecho exclusivo del Magisterio jer?uico, y ning?oder, cualquiera sea su motivaci?puede interferir en esta fundamental funci?e los Obispos, maestros de la fe y fieles servidores y custodios de la Palabra de Dios.


2. — Iglesia y Marxismo

Tambi?en este tiempo y desde distintos lugares, se ha acusado a los Obispos de cierta complacencia con el marxismo, en sus variadas formas. Con toda la firmeza que procede de nuestra responsabilidad pastoral, los Obispos, una vez m? condenamos inequ?camente la ideolog?y la praxis marxistas. Al hacerlo, la Iglesia sabe que est?or encima de intereses pol?cos partidistas y que no es instrumento de ninguna cruzada.

Es la concepci?arxista del hombre y de la vida la que es intr?ecamente irreconciliable con la fe cristiana. Nosotros creemos vivamente en el Dios personal que el marxismo niega; nosotros defendemos al hombre hijo de Dios, llamado a compartir su gloria, con todos los derechos que emanan de su persona y que el marxismo niega o anula.

Esta afirmaci?e ning?odo significa la aceptaci?e formas del capitalismo, condenadas por la Iglesia (Populorum Progressio, n0 26), ni de otras doctrinas que, aunque opuestas al marxismo, en su tiempo llegaron a proscribir el sagrado texto, conscientes de la oposici?e la Biblia a sus principios y a su pr?ica.


3. — Biblia “latinoamericana”

Al referimos concretamente al problema de la Biblia “latinoamericana”, debemos, ante todo, distinguir claramente la Biblia misma, en cuanto tal, de sus distintas versiones y ediciones.

Aqu?a tiene a Dios mismo como autor, y todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, en todas sus partes, son sagrados y can?os, en cuanto escritos por inspiraci?el Esp?tu Santo (Dei Verbum, nº 11), y, en cambio, las versiones son susceptibles de deficiencias y, en todo caso, siempre son perfectibles como toda obra humana.

a) En lo que se refiere a su texto y traducci?consideramos, conforme al dictamen de los numerosos expertos consultados, que es sustancialmente fiel, a pesar de algunas objeciones que podr? hac?ele.

b) Las introducciones y notas que acompa?al texto son de diverso valor, y si bien encontramos notas explicativas que, con fidelidad y respeto, adaptan, al lector menos culto, verdades de la fe, otras, en cambio, son ambiguas, no est?exentas de peligros y, algunas, referidas especialmente a la Iglesia, por su car?er desorientador, son ciertamente inaceptables.

c) Las ilustraciones, en n?o considerable, y teniendo en cuenta las ediciones en conjunto, se?n una l?a temporalista, por lo menos equ?ca, y dos de ellas merecen nuestra desaprobaci?or su car?er inapropiado e inconveniente, no alcanzando a desvirtuar esta connotaci?as leyendas que las acompa?


4.— Suplemento obligatorio

Todo lo expuesto acontece en la llamada Biblia “latinoamericana” o “pastoral”, d?ole muchas veces un car?er conflictivo y pol?co que explica, en parte, la diversidad de opiniones que se han vertido acerca de ella.

Por eso, los Obispos argentinos afirmamos la necesidad de una revisi? complementaci?que supere los elementos discutibles y logre salvar sus muchos aspectos positivos.

Por ello, cuanto antes, se promover?a edici?e un suplemento obligatorio para Argentina, que aclare esta situaci?iniciando un di?go, en cuanto convenga, con otros hermanos de los Episcopados de Am?ca, y estando en estrecha comunicaci?on los organismos pertinentes de la Sede Apost?a.

Este suplemento permitir?l lector prudente y adulto manejar esta edici?nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida Interior.


5.— Exhortaci?l uso de la Sagrada Escritura

Mientras tanto, reiteramos nuestro deseo de que la Sagrada Escritura sea cada d?m?le? y meditada por nuestros fieles, en Iglesia y con sentido de Iglesia, “para que as?dquieran la ciencia suprema de Jesucristo , ya que desconocer la Escritura, es desconocer a Cristo” (Dei Verbum, n0 25).

Est?seguros de que en ella encontrar?los caminos para superar toda divisi?todo enfrentamiento, tal como lo experimentamos nosotros, los Obispos, quienes, por medio de la oraci?sidua, del humilde reconocimiento de nuestras faltas y dej?onos penetrar por el Esp?tu, que nos da la verdadera libertad interior, hemos hallado en la Biblia, en su lectura serena y meditada, la unidad, la concordia, la paz, como frutos inmediatos de ese mismo Esp?tu Inspirador.



CONFERENCIA EPISCOPAL ARGENTINA
XXXIV Asamblea Plenaria


San Miguel, 30 de octubre de 1976



SUPLEMENTO OBLIGATORIO

ADVERTENCIA DEL EDITOR


La Biblia Latinoamericana ha tenido varias ediciones y conoce dos formatos; uno de ellos es el manual, sobre cuya cuarta edici?e elaboro el suplemento obligatorio promovido por la XXXIV Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina. El otro de los formatos, el as?lamado tama?rande, es el que quiz?haya alcanzado mayor difusi?n nuestro pa? Por otra parte, el Nuevo Testamento de esta Biblia tambi?conoci?eparadamente, varias ediciones, con diversas l?nas y, en general, acompa?s por una selecci?e los salmos.

Destacamos por ?mo nuestro meticuloso respeto por las caracter?icas de puntuaci? redacci?e los comentarlos originales; as?o hicieron los autores de este suplemento. Con todo, t?ase en cuenta que en este aspecto la Biblia Latinoamericana no es siempre feliz y en los casos en que un giro de redacci?fecta gravemente la gram?ca y amenaza la comprensi?el sentido, nos hemos tomado la libertad de indicar la palabra o expresi?ue parece incorrecta, se?ndola, como es habitual, mediante la palabra latina sic.

Es interesante advertir que las diversas ediciones de la Biblia Latinoamericana a las que nos estamos refiriendo —y para el caso la edici?anual puede ser considerada doblemente una edici?istinta— no coinciden necesariamente en su paginaci?antes bien, rara vez lo hacen. Incluso parece que entre una y otra edici?as?omo entre uno y otro formato— los autores han retocado, a?do y suprimido p?afos de sus comentarios.

Por ello, atentos a las necesidades de los lectores, hemos agregado, precedido de un asterisco (*) , el n?o de p?nas de la sexta edici?tama?rande) de 1974; seguidamente, incluimos la menci?el capitulo, capitulo y vers?lo o vers?los, cap?los, per?pas, fragmento, grupo de libros sagrados, nota, introducci?p?na especial o l?na que la llamada a pie de pagina cubre en estas ediciones de la Biblia Latinoamericana. Cuando el suplemento se refiere a las introducciones o p?nas especiales (a las que hemos inicialado PE) y no al comentario del texto b?ico, damos el titulo que los autores del comentario eligieron en cada caso particular y, ante su ausencia, hacemos referencia entre corchetes al p?afo comentado, de acuerdo al dictado del sentido com?A su vez, el asterisco encerrado entre corchetes se? la inexistencia de la nota comentada en la edici?e tama?rande. Cuando resulta necesario, hacemos alguna otra observaci?ue juzgamos imprescindible para el manejo c?o y fructuoso de este suplemento.

Finalmente, queremos se?r que la selecci?e l?nas difiere ligeramente entre los distintos formatos y tambi?entre las sucesivas ediciones.

De tal manera, le referencia P. 809-810, 751-752, Job 2, 11-3, 26 significar?ue el poseedor de la edici?anual (IV edici?1974) encontrar?l comentario mencionado en las p?nas 809-810 de su ejemplar; el lector que tenga en sus manos una edici?el tama?rande (vi edici?1974), lo hallar?n las p?nas 751-752 de su libro, mientras que quien tenga en su poder cualquier otra edici?e la Biblia Latinoamericana podr?onsultar el pasaje b?ico que se menciona y comprobar de tal modo la existencia o inexistencia del comentario se?do.

Advi?ase asimismo que la numeraci?e las p?nas de estas IV edici?anual y VI edici?e tama?rande no es corrida y se Interrumpe y recomienza desde el n?o uno (1) a partir del inicio del Nuevo Testamento: lo indicamos mediante las iniciales NT, pospuestas a los n?os de las p?nas citadas. No suced?as?n anteriores ediciones, donde, por otra parte, los editores a?an una numeraci?ropia y corrida de los comentarios del texto, que m?tarde desapareci?r>

INTRODUCCI?

El Episcopado Argentino en su declaraci?el 30 de octubre de 1976, sobre la “Biblia Latinoamericana”, dec?


“a) En lo que se refiere a tu texto y traducci?consideramos, conforme al dictamen de los numerosos expertos consultados, que es sustancialmente fiel, a pesar de algunas objeciones, que podr? hac?ele.

“b) Las introducciones y notas que acompa?al texto son de diverso valor y, si bien encontramos notas explicativas que, con fidelidad y respeto, adaptan al lector menos culto verdades de la fe, otras, en cambio, son ambiguas, no est?exentas de peligros y, algunas, referidas especialmente a la Iglesia, por su car?er desorientador, son ciertamente inaceptables.

“c) Las ilustraciones, en n?o considerable, y teniendo en cuenta las ediciones en conjunto, se?n una l?a temporalista, por los menos equ?ca, y dos de ellas merecen nuestra desaprobaci?or su car?er inapropiado e inconveniente, no alcanzando a desvirtuar esta connotaci?as leyendas que las acompa?

“Todo lo expuesto acontece en la llamada Biblia “latinoamericana” o “pastoral”, d?ole muchas veces un car?er conflictivo y pol?co que explica, en parte, la diversidad de opiniones que se han vertido acerca de ella.

“Por eso, los Obispos argentinos afirmamos la necesidad de una revisi? complementaci?que supere los elementos discutibles y logre salvar sus muchos aspectos positivos.

“Por ello, cuanto antes, se promover?a edici?e un suplemento obligatorio para Argentina, que aclare esta situaci?iniciando un di?go, en cuanto convenga, con otros hermanos de los Episcopados de Am?ca, y estando en estrecha comunicaci?on los organismos pertinentes de la Sede Apost?a.

“Este suplemento permitir?l lector prudente y adulto manejar esta edici?nacida del deseo de acercar la Palabra de Dios al pueblo, con provecho y sin peligros para su vida interior.”

Posteriormente, el 25 de febrero de 1977, el Cardenal Villot, Prefecto del Consejo para los Asuntos P?cos de la Iglesia, con Oficio N9 1031/77, remiti?s conclusiones a las que hab?llegado la Sagrada Congregaci?ara la Doctrina de la Fe sobre esta Biblia Latinoamericana:

“La Congregaci?ara la Doctrina de la Fe, aun considerando que en la llamada Biblia Latinoamericana la traducci?e los textos originales sea fiel, es del parecer que las ambig?des y las imprecisiones de las introducciones y de las notas deben ser eliminadas o aclaradas por la Jerarqu?local y, adem? que deben ser consideradas tendenciosas, y por tanto deben ser eliminadas, algunas fotograf?, por ejemplo: la de los rascacielos de Nueva York con la respectiva descripci?‘Ven que te mostrar?a Ciudad Grande. Todos se han prostituido en ella...’; la de la plaza comunista de La Habana con la correspondiente descripci?‘El creyente participa en la vida pol?ca...’; la de los oprimidos latinoamericanos con la descripci?‘La Biblia tuvo comienzo con la liberaci?e una esclavitud’.”

Cumpliendo, pues, con lo prometido, se presentan ahora estos comentarios aclaratorios de las notas que puedan prestarse a errores o aplicaciones desacertadas.


Valores y ventajas

Se podr?preciar que muchos p?afos objetables encuentran su contrapeso equilibrante en otros pasajes de esta misma Biblia especialmente editada para Latinoam?ca. Ello demuestra que el arduo trabajo pastoral y exeg?co realizado por los autores contiene en s?ismo los anticuerpos que pueden inmunizar al lector cat?o frente a las frases apuradas, poco pulidas y disonantes con el conjunto. Repetidas veces, pues, este suplemento no har??que facilitar la lectura fructuosa de la Biblia, remitiendo a su total contexto y a las mismas explicaciones contenidas en esta publicaci?br>
No es de extra?que los valores propios de esta edici?e encuentren mezclados con material no tan perfecto. Los Obispos argentinos en su comunicado del pasado mes de octubre recordaban: “Las versiones [de la Biblia] son susceptibles de deficiencias y, en todo caso, siempre perfectibles como toda obra humana.”

Ya los mismos editores se dirig? a sus lectores, pidiendo “a cuantos lean esta Biblia, que nos escriban con absoluta confianza, seguros de que su aporte ser?omado muy en cuenta y contribuir?sin duda, a mejorar tanto la traducci?omo las notas explicativas” (III edici?1972).

Con esp?tu de servicio al vasto p?co que esta Biblia ha ido conquistando y en cumplimiento de su funci?e magisterio para el bien del Pueblo de Dios, el Episcopado argentino ofrece a los fieles de nuestra Iglesia Cat?a los “necesarios y ?es mejoramientos”, con la preocupaci?astoral de que lugares aislados y poco felices no da?“las ventajas ampliamente reconocidas” que conserva esta edici?seg?ndica la mencionada carta del cardenal Villot.


M?do utilizado

En vez de hacer un recorrido p?na por p?na a trav?de los textos b?icos, se ir?agrupando bajo un mismo apartado los lugares preocupantes que tienen afinidad entre s?or el tema o la tendencia que manifiestan.


Proponemos los siguientes:

1. Criterios adoptados para los diversos tipos de letra

2. Dios

3. Dios, el mal, la libertad humana

4. Colaboraci?e Dios y del hombre

5. Apariciones e intervenciones divinas en la historia

6. Relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento

7. Profetas en el Antiguo y Nuevo Testamento

8. Israel y la Iglesia

9. La ley y la libertad

10. El Bautismo comparado con los ritos de la Antigua Ley

11. Fe y doctrina

12. M?all?e conservadores y progresistas

13. Justicia social y religi?r>
14. Culto y vida

15. Religiosidad popular

16. Concepto de liberaci?r>
17. Visi?e la historia

18. Inexactitudes y errores tipogr?cos

19. Fotos

Sin embargo, para facilitar la ubicaci?e los p?afos observados, a?mos al final un ?ice de los mismos, citando el lugar en que son corregidos o comentados. Queremos dejar constancia tambi?de que en las diversas ediciones ha habido cambios, que son de dos tipos: por una parte, fueron corregidas explicaciones imperfectas: pero, por otra, se introdujeron p?afos objetables, que no exist? en las versiones anteriores. Quede asentado, por consiguiente, que las presentes observaciones se basan en la edici?de bolsillo) de 1974, de la que se dice en la p?na de presentaci?“Texto ?egro - Nueva edici? Traducci? comentarios revisados y mejorados”.


En la d?ma edici?b>

Estando ya terminada la elaboraci?e estas notas y observaciones, lleg?nuestras manos un ejemplar de la X edici?de 1976, de la “Nueva Biblia Latinoamericana donde se ha deslizado un grav?mo error dogm?co: P. 5 (NT): “No cabe lugar para dos padres [para Jes? porque Jes?que nace de Maria como persona humana, es el Hijo ?ico del Padre, nacido de Dios desde la eternidad.”

P. 84 (NT): “El d?en que [Jes?resucite de entre los muertos, su persona humana ser?enovada, ampliada, llena de energ? diversas.”

Est?olemnemente definido en los primeros Concilios Ecum?cos de la Iglesia que Jes?iene una sola persona: la divina, y posee dos naturalezas: la divina y la humana. Afirmar otra cosa ser?caer en una de las herej? m?graves y antiguas sobre Cristo.