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3. Secularismo
Comunicadores católicos /Internet y Nuevas Tecnologías

Por: Mons. John J. Myers | Fuente: VE-Multimedios


Claramente, desde la perspectiva de la Iglesia, el impacto de la televisión y de otros medios de comunicación que causa mayor conmoción es la promoción de una ideología secular a niveles masivos.


El secularismo es la ideología que apunta a separar a Dios de la vida pública y pretende «la sistemática eliminación de cuanto hay de cristiano» que «domina desde hace tres siglos el pensamiento y la vida de Occidente» (4). Juan Pablo II nos advierte de «una poderosa antievangelización» que «dispone de medios y de programas, y se opone con gran fuerza al Evangelio y a la evangelización» (5).

«Sí, este deseo de sofocar la voz de Dios está bastante bien programado; muchos hacen cualquier cosa para que no se oiga Su voz, y se oiga solamente la voz del hombre, que no tiene nada que ofrecer que no sea terreno. Y a veces tal oferta lleva consigo la destrucción en proporciones cósmicas. ¿No es ésta la trágica historia de nuestro siglo?» (6).

Afortunadamente, no todo lo que se presenta mediante los medios de comunicación es negativo o secular. Todos hemos disfrutado de documentales enérgicos y de historias conmovedoras que sondean la profundidad del espíritu humano.

La televisión también ha llevado a sus pantallas películas religiosas extraordinarias y grandes experiencias religiosas como las Jornadas Mundiales de la Juventud. No obstante, por lo general, la religión es sistemáticamente excluida de la oferta diaria de la televisión.

Mucho de esto es atribuible a la ideología secularista que prevalece, si es que no domina absolutamente, entre lo que ha sido llamado la "elite de los medios".

En su libro con el mismo título, el sociólogo S. Robert Lichter concluyó que «la elite de los medios es un grupo homogéneo y cosmopolita, que fue educado con alguna distancia de las tradiciones culturales y sociales de... la América promedio. La mayoría se ha separado de cualquier tradición o herencia religiosa y muy pocos van a misa regularmente.

El modo de pensar predominante de este grupo es igualmente aparente... Es políticamente liberal y alienado de las formas e instituciones tradicionales» (7).

Un estudio más reciente distinguía una definida inclinación anti-católica de parte de cuatro gigantes de los medios norteamericanos: The New York Times, The Washington Post, la revista Time, y CBS News (8). Cada vez más la cultura televisiva exalta estilos de vida que contradicen gravemente la naturaleza humana, por no mencionar los ideales del Evangelio.

La familia creyente, trabajadora, intacta y nuclear es inclusive más rara en la televisión que en la sociedad de mentalidad pro-anticonceptivos, pro-divorcio de los Estados Unidos.

La elite de los medios y la industria del entretenimiento manipula sistemáticamente las emociones humanas para su propio provecho ideológico y económico.

Mientras en un momento evocan nuestra simpatía por las víctimas sufrientes de un terremoto, en otro explotan el sexo y la violencia para la completa denigración de la persona humana.

Finalmente, la propaganda, sangre financiera de la industria televisiva, promueve poderosa e implacablemente el consumismo más craso entre las personas de todas las edades y las clases sociales.




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Notas

4. Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza, Norma, Colombia 1994, p. 149. [Regresar]

5. Allí mismo, p. 131.

6. Allí mismo, p. 147.

7. S. Robert Lichter, Stanley Rothman, y Linda S. Lichter, The Media Elite, Husting House, Nueva York 21990, p. 294.

8. Patrick Rilcy y Russell Shaw (eds.), Anti-Catholicism in the Media, Huntington-IN; Our Sunday Visitor.