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Auto-lavado de integración

Auto-lavado de integración
Las personas con síndrome de Down aportan su ayuda a la sociedad.


Por: Antonio Aldrette | Fuente: Buenas Noticias





Esta semana he conocido gente verdaderamente maravillosa. Para ello no he tenido que salir de mi ciudad y ni siquiera de mi vecindario. Lo interesante del tema es que el hallazgo se produjo donde menos esperaba: en un centro de lavado para automóviles.

Y es que te llevas una grata sorpresa cuando -como cada semana- al dejar tu carro para que le hagan un servicio de auto-lavado, te recibe un chico con claros signos en su rostro de poseer síndrome de Down. Esto no le impide recibirte con una gran sonrisa y agradeciéndote el que acudas a “ese” auto-lavado.

La sorpresa se va convirtiendo en entusiasmo cuando caes en la cuenta que no solamente es discapacitado Luis -el chico que recibe el coche- sino que también los son el que aspira los tapetes, el que cepilla y lustra las ruedas, así como el que lava el chasis con agua a presión. Todos pulcramente uniformados, bien peinados, metódicos y dedicados al menester que les corresponde en el auto-lavado.

Y la admiración no proviene por el hecho de ver a estos chicos "especiales" trabajando. Pues todos entendemos que las personas discapacitadas tienen la misma dignidad que cualquier otro. Sólo necesitan más cuidados y una educación adaptada a su ritmo de aprendizaje. La admiración -decía- nace de verlos a todos juntos, en un sitio donde se les da la oportunidad de integrarse con la sociedad y ser autosuficientes.

Al entrar en la sala de espera encuentro a los dueños: Saili y Horacio, un matrimonio con dos hijos. Un chico de 13 años y una niña que nació sorda, un primor de criatura que a sus ocho años está a punto de hacer su primera comunión.

¿Cómo es que Uds. han puesto un negocio como este? Su respuesta no espera: «Experiencias de personas que rechazaban a nuestra hija, por considerarla anormal, nos hizo pensar en que hay que crear espacios de integración y auto-superación para las personas que no son como nosotros. Sólo necesitan un poco más de atención y paciencia para lograr ser miembros activos de nuestras sociedades».

«La sociedad debe aprender a convivir con este tipo de personas con discapacidad -enuncia Saili-. No son personas raras, simplemente no tienen las mismas capacidades que el resto». Horacio comenta que «ya llevan 5 chicos con síndrome de Down “graduados”, es decir que se pueden valer por sí mismos después de 6 meses de trabajo en el auto-lavado».

La gente que lleva a lavar sus autos a este centro puede constatar con sus propios ojos el trabajo metódico, y casi escrupuloso con que estos chicos laboran. Y es que «ellos por su misma enfermedad, se centran en lo que hacen y son muy perfeccionistas -comenta Horacio- lo cual es muy bueno para todo trabajo que sea del tipo manual».

En fin… ojala que cada día haya más iniciativas que nos permitan conocer a gente maravillosa, como estos chicos y los dueños del centro de lavado.




Si quieres comunicarte con el autor, envía un mensaje a: buenasnoticias@arcol.org

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