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Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia

Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
Análisis sobre la preentación del Nuevo Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia a cargo del periodista Álex Navajas.


Por: Álex Navajas | Fuente: La Razón 08 de junio de 2005, Arvon.net



El Vaticano recoge en un libro su postura
ante los derechos humanos, la familia y la pobreza

«Es como un catecismo en el que está resumido lo que la Iglesia enseña sobre temas de rabiosa actualidad». Con estas palabras presentó monseñor Omella en Madrid «El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia».


El Vaticano lo publicó hace un año en italiano, pero hasta ayer no existía traducción en castellano. «El compendio de la Doctrina Social de la Iglesia», un voluminoso volumen de 480 páginas, recoge «de manera clara y concisa todo lo que la Iglesia, “experta en humanidad”, enseña sobre los grandes temas que afectan a la convivencia humana en las sociedades contemporáneas». Monseñor Juan José Omella, obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, presentó ayer el libro en la sede de la Casa de la Iglesia de Madrid, editado conjuntamente por la Biblioteca de Autores Cristianos y la editorial Planeta. Se trata de «la primera vez que se realiza una edición de este tipo desde un órgano oficial de la Santa Sede», destacó el prelado.

   La obra pretende perfilar cómo debe de ser la actitud del católico ante temas como los derechos de los pueblos y de las naciones, la emigración, la familia, el bien común, la solidaridad, el matrimonio y el trabajo.

Las fuentes de las que bebe el libro son, principalmente, el Catecismo de la Iglesia católica; las encíclicas papales desde León XIII hasta Juan Pablo II, así como sus discursos y documentos; el Concilio Vaticano II y la Sagrada Escritura.
   
Laicismo.
Monseñor Omella defendió el derecho de la Iglesia a «implicarse en la vida social y en la construcción de la sociedad» y rechazó «un laicismo que pretenda reducir la fe al ámbito privado», porque «no sería realmente democrá- tico». El obispo de Calahorra defendió que «la Doctrina Social de la Iglesia no debe entenderse en clave de prohibiciones sino de afirmaciones y de un sí rotundo a los derechos humanos, a la paz, a la libertad, a la justicia».

   Éstos son algunos de los puntos más destacados de «El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia»:

 El derecho de resistencia. «Es legítimo resistir a la autoridad en caso de que ésta viole grave y repetidamente los principios del derecho natural».

Derecho a la objeción de conciencia. «Es un grave deber de conciencia no prestar colaboración, ni siquiera formal, a aquellas prácticas que, aun siendo admitidas por la legislación civil, están en contraste con la ley de Dios».

La autoridad. «La autoridad debe dejarse guiar por la ley moral: toda su dignidad deriva de ejercerla en el ámbito del orden moral, que tiene a Dios como primer principio y último fin». «La autoridad pública, que tiene su fundamento en la naturaleza humana y pertenece al orden establecido por Dios, si no actúa en orden al bien común, desatiende su fin propio y por ello mismo se hace ilegítima».

Derechos y deberes. «Quienes, al reivindicar sus derechos, olvidan por completo sus deberes o no les dan la importancia debida, se asemejan a los que derriban con una mano lo que con otra construyen».

Derechos humanos. «La fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador».

Propiedad privada . «La tradición cristiana nunca ha aceptado el derecho a la propiedad privada como absoluto e intocable; al contrario, siempre lo ha entendido en el contexto más amplio del derecho común de todos a usar los bienes de la creación».

Subsidiaridad . «El principio de subsidiaridad protege a las personas de los abusos de las instancias sociales superiores e insta a estas últimas a ayudar a los particulares y a los cuerpos intermedios a desarrollar sus tareas. Este principio se impone porque toda persona, familia y cuerpo intermedio tiene algo de original que ofrecer a la comunidad».

La empresa . «El objetivo de la empresa se debe llevar a cabo en términos y con criterios económicos, pero sin descuidar los valores auténticos que permiten el desarrollo concreto de la persona y de la sociedad». «No siempre el beneficio indica que la empresa esté sirviendo a la sociedad».

La familia . «Todo modelo social que busque el bien del hombre no puede prescindir de la centralidad y de la responsabilidad social de la familia. La sociedad y el Estado, en sus relaciones con la familia, tiene la obligación de atenerse al principio de subsidiaridad». «Ningún poder puede abolir el derecho natural al matrimonio ni modificar sus características ni su finalidad».

Pobreza . «El espíritu de cooperación internacional requiere que, por encima de la estrecha lógica del mercado, se desarrolle la conciencia del deber de solidaridad».







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