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Parentesco de la masonería con el Judaísmo.
129. - La Cábala y su división en ortodoxa y farisaica.

Llámase cábala la doctrina esotérica u oculta que los judíos pretendían haber
recibido por tradición oral desde Moisés y aun desde el principio del mundo.
Según los entendidos se encuentra contenida principalmente en los dos libros
llamados ‘Libros de la Creación’ y en el ‘Zohar’. Se pretende por los que siguen
la Cábala que es un comentario de los libros de Moisés que sólo los iniciados
pueden hacer. La importancia de la cábala ha comenzado después del siglo
décimo de nuestra era, El libro ‘Zohar’ se atribuye con fundamento al judío
español Moisés de León, muerto en 1305.

Hay autores que distinguen una Cábala ortodoxa y una Cábala farisaica. La
ortodoxa, que venía desde Moisés al menos y que era la verdadera tradición
judía, fué purificada de las alteraciones que había recibido en tiempos de Esdras
y ocultada al pueblo, de modo que el pueblo no pudiera reconocer al Mesías y
cayó en el olvido después de la dispersión de los judíos. Fué resucitada en el
siglo xv por el judío Pablo Ricci y Pico dr la Mirándola. El judío convertido
Drach hace notar que su conocimiento dió lugar a la conversión de muchos
judíos.

La Cábala farisaica se fue formando al lado de la ortodoxa y, según Eliphas
Levi, Patriarca del ocultismo moderno, constituye el dogma de la alta magia,
Hay judíos que pretenden que la Cábala no tiene nada que ver con el judaísmo
ortodoxo. ‘El hecho es’, dice Webster a este respecto, ‘que las principales ideas
del Zohar encuentran confirmación en el Talmud. Como observa la Jewish
Encyclopedia, la Cábala no está en oposición real con el Talmud y muchos
judíos talmúdicos la han apoyado y han contribuído a ella. ¡Adolfo Franck no ha
vacilado en describirla como ‘el corazón y la vida del Judaísmo! La mayor parte
de los más eminentes Rabbis de los siglos XVII y XVIII creyeron firmemente en
el carácter sagrado de Zohar y en la infalibilidad de su enseñanza’ (Webs., pág.
9.)

La introducción del elemento judío en los Templarios, de donde ha pasado a la
Masonería, se hace remontar a la época de las Cruzadas. ‘Por esta fecha, dice
Webster, parece que han existido no menos de tres Cábalas: primeramente, la
antigua tradición secreta de los patriarcas transmitida de los Egipcios, por medio
de los Griegos y Romanos y posiblemente por medio de los Colegios Romanos,
a los Masones británicos del arte (de los tres primeros grados.) En segundo
lugar, la versión judia de esta tradición, la primera Cábala de los judíos,
absolutamente compatible con el Cristianismo, que desciende desde Moisés,
David y Salomón hasta los Esenios y judíos más ilustrados; y en tercer lugar, la
Cábala pervertida, mezclada por los Rabbis con la magia, supersticiones
barbáricas, y, después de la muerte de Cristo, con leyendas anticristianas.
‘Cualquier elemento cabalístico que se haya introducido en la Masonería en el
tiempo de las Cruzadas parece haber pertenecido a la segunda de estas
tradiciones a la Cábala pervertida de los judíos, conocida de los Esenios. Hay, en
efecto, vivas semejanzas entre la Masonería y el Esenismo - grados de
iniciación, juramentos del secreto, el uso del delantal y un cierto signo
masónico-; mientras que a las tradiciones Sabeístas de los Esenios tal vez puede
atribuirse el simbolismo solar y estelar de las logias. La leyenda de Hiram,
puede haber pertenecido a la misma tradición’ (Webster, 109-110.)

Véase también La Franc-Mas. Secte Juive née du Talmud, Diction. de la Bible,
Vigouroux; The Catholic Encyclop., Preuss, etc.

130. — Relación de la Masonería con la Cábala

Pues bien, tanto los autores masones, v.gr., Pike-, Mackey, como los
antimasónicos, atribuyen a la Masonería un estrecho parentesco con la Cábala.
Por lo que toca a la doctrina filosófica, tienen de común la identidad del mundo
con Dios, o sea el panteísmo y consiguiente materialismo, el bisexualism de
Dios, al cual los autores americanos dan capital importancia, como si fuera el
gran secreto de la Masonería. ‘La busca de la Palabra, el encontrar la divina
verdad, dice Mackey, esto y solamente esto, es un trabajo de masón y la
PALABRA es su recompensa’ (Preuss, A. M., 171) . Y esa Palabra viene a ser
una invención masónica para convertir en un nombre bisexual el nombre hebreo
de Dios, Yahveh o Jehová.

También se manifiesta su relación con la Cábala perversa, introducida primero
en algunas de las sectas masónicas más terribles, como el Iluminismo, el
Martinismo, el Rosicrucianismo, etc., en la Masonería moderna, por la doctrina
moral, por la permisión de la hipocresía, de la mentira, del robo, de la deshonra,
cuando se trata de hacer mal a los gentiles, o sea a los no judíos, cosas que se
practican ampliamente en la Masonería, como hemos visto, cuando se trata de
conseguir sus fines, como profesando el mismo principio común con la Cábala: ‘
el fin justifica los medios’ (Véase La F.M., Secte Juive.)

El Ritual masónico denuncia con evidencia su origen judío: los símbolos,
comenzando por la misma Biblia, el escudo de armas, en que se trata de
desplegar heráldicamente las varias formas de los querubines descritos en la
segunda visión de Ezequiel, un buey, un hombre, un león y un águila, las dos
columnas del templo masónico, recuerdo este último del templo de Salomón; la
reconstrucción del templo, que es la obra masónica, etc. Las leyendas y
catecismos, tomados en gran parte de la Biblia, tergiversándola casi siempre al
saber masónico, especialmente la leyenda de Hirám, que tan importante papel
desempeña en el Ritual masónico. Las palabras o términos usuales, como los
nombres de las coliunnas, Booz y Jakin, las palabras de reconocimiento y de
pase, v.gr., Tubalcaín, Shiboleth, Giblim o Moabon, Nekum o Nekam, Abibalc,
etc. La importancia que se da a los números, cosa muy propia de la Cábala, es
también otro testimonio de la influencia cabalística en la Masonería.

Finalmente, los hechos, el reinado del Terror, la explosión de odio satánico
contra la Iglesia, contra N. S. Jesucristo, las horribles blasfemias en que
prorrumpían los revolucionarios masones en Francia, no son más que la
expresión y cumplimiento de las aspiraciones de las sectas Cabalísticas y
secretas que durante varios siglos venían secretamente contra del Cristianismo.
Lo que los bolchevistas judíos en su mayor parte hacen ahora en Rusia contra el
Cristianismo, no es más que otra edición de lo que hicieron los masones en la
Revolución Francesa. Los ejecutores son distintos; la doctrina que mueve y
autoriza y la dirección suprema es la misma.

131. — Epilogo sobre el origen. Alguna vez la verdad.

No creo necesario el detenerme a dar a conocer a mis lectores las relaciones que
la Masonería tiene o pretende tener con las sectas más antiguas, egipcias,
caldeas, indobrahmánicas, griegas, persas, etc. De aquellas sectas o escuelas ha
imitado la doble doctrina, exótica, o externa, y esotérica, u oculta y reservada a
los iniciados. De esas fuentes provienen también sus doctrinas sobre el
panteísmo, o materialismo, el dualismo o bisexualismo de Dios, la emanación de
las almas, su metempsicosis, etc. El que tenga interés en ello puede leer a
Preuss, que expone con mayor detenimiento lo que enseñan los doctores
masones, al menos los norteamericanos. Réstame sólo el encontrarle alguna vez
razón a la Masonería.

En las leyendas masónicas de ciertos grados se suele decir que la Masonería
desciende por Caín, hijo de Eva, de Eblis, el ángel de luz masónico, o sea el
Lucifer de los cristianos, y por lo tanto, según ellos, viene del mismo Satanás,
que para ellos es el Dios bueno, el eterno enemigo de Jehovah, Dios de la Biblia
y de los cristianos.

Creo que los lectores que se hayan dado cuenta de lo que va dicho,
especialmente en materia de doctrinas y de prácticas morales, comenzando por
las mentiras constitucionales o sociales, constantes y de manifiesta
comprobación, y siguiendo con las violencias y crímenes cometidos, creo, digo,
que los lectores encontrarán que, en esa jactancia de la Masonería acerca de su
altísimo origen, aun envuelta en mentira, dice una verdad que nadie le disputará.
Viene espiritualmente de Satanás, no en la forma que ella dice, por supuesto. El
demonio ha sido seductor, es decir, engañador desde el principio; ha sido el
instigador de todos los pecados, el homicida de las almas, el atizador de todas
las rebeliones, de todas las impurezas, de todas las libertades humanas
culpables; el demonio ha dicho al hombre que como Dios. El demonio ha sido el
implacable enemigo de Cristo, instigando contra El toda suerte de traiciones, de
herejías, de persecuciones. La Masonería, que ha hecho lo mismo, es realmente
su hija legitima y el instrumento suyo en el mundo. El demonio es el padre de la
mentira, y la Masonería es la mentira por constitución y por necesidad de su
existencia. Es verdaderamente hija de Eblis o Satanás, y tiene razón para
rendirle culto y cantarle himnos, como lo hace en algunos de sus grados.

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