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Autor: | Editorial:



La Eucaristía en el plan de salvación










UNIDAD 1 La Eucaristía en el plan de salvación

TEMA 1 Los signos de la Eucaristía: pan y vino
TEMA 2 El nombre de este sacramento
TEMA 3 Jesús instituye la Eucaristía
TEMA 4 La Iglesia celebra el sacramento de la Eucaristía a través de los siglos
TEMA 5 La Eucaristía: fuente, centro y cúlmen de la vida cristiana

TEMA 1 Los signos de la Eucaristía: pan y vino

OBJETIVO


Comprender y profundizar los signos principales de la Eucaristía.

NOTAS PEDAGOGICAS

Por ser hoy el primer día en que se inician estas catequesis sobre la Eucaristía, conviene hacer una dinámica de integración. Puede ser una presentación por medio del gaffett (que cada uno dibuje o elija un símbolo que lo represente en grupos pequeños). El catequista que dirige el tema debe ser expresivo y acogedor.

En el centro de toda la historia de salvación, Dios es amor, fidelidad, búsqueda, comunicación.

Se necesitarán copias del Catecismo de la Iglesia Católica del número 1333 al 1336.

VEAMOS

Nuestra vida, como seres humanos, está rodeada de signos y símbolos: ¿Cuáles son los más usuales? ¿Qué signos importantes tenemos en nuestra vida?

Si utilizaron la dinámica de presentación por equipos, se puede invitar a dos o tres participantes a compartir algo que les haya causado alegría de lo que compartieron en el equipo.

Signos o símbolos son, por ejemplo, las palabras, ya que cada país tiene su lenguaje para simbolizar las cosas, lugares, personas, etc.

Por ejemplo, el amor de los padres hacia los hijos va tomando diferentes signos: cuando son pequeños se lo demuestran de una manera, cuando van creciendo lo expresan de otra, pero lo importante es que ese signo o expresión sea claro del amor que le tienen.

PENSEMOS

Dios se ha ido manifestando a través de acontecimientos, personas, ángeles, etc. Pero lo importante es que en el centro de toda la historia de salvación, Dios es fidelidad, búsqueda, comunicación. El Plan de salvación de Dios se realiza en la persona de Jesús: su encarnación, vida, enseñanza, etc. (ver Heb 1, 1-3).

“La Eucaristía es ‘fuente y cima de toda la vida cristiana’ (LG 11). ‘Los demás sacramentos, como también todos los ministerios eclesiales y las obras de apostolado, están unidos a la Eucaristía y a ella se ordenan. La sagrada Eucaristía, en efecto, contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, al propio Cristo, nuestra Pascua’ (PO 5)” (CIC 1324).

Los signos de la Eucaristía son el pan y el vino
; son signos que están presentes a lo largo de la historia del pueblo de Israel.

El pan.

Es el alimento básico (expresión de vida, trabajo, prosperidad). Símbolo de cualquier otro alimento cultural o espiritual.

Símbolo de unidad de la Iglesia: muchos granos en un pan, muchas personas son una comunidad. El mismo Cristo dijo “Yo soy el Pan de la vida” (Jn 6, 35): toda fortaleza, subsistencia y don (sabiduría, salvación, felicidad...).

El vino.

Es alegría y vitalidad (ver Sir 31, 27-28). Amistad y comunión (ver Sir 9, 10). Recuerdo de la roja sangre de la uva, signo de tragedia (ver Deut 32, 14; Mt 20, 22). Se presta a abusos (ver Pro 23, 31-32).

Cristo se llama a sí mismo Vid verdadera (ver Jn 15).

A continuación vamos a analizar los números del Catecismo de la Iglesia Católica del 1333 al 1336. Contiene dos momentos:

a) La prefiguración de la Eucaristía en la Antigua Alianza, y
b) Jesús y los signos de la Eucaristía.

Se sugiere que se analicen por pequeños grupos y que estos compartan al grupo las siguientes preguntas:

1- ¿Cuál es la experiencia de que habla el texto?
2- ¿Cuál es el signo al que se refiere?
3- ¿Cómo se aplica en la Eucaristía, de acuerdo a como nosotros hoy la vivimos?

1333: “En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo... Así, en el ofertorio, damos gracias al Creador por el pan y el vino (ver Sal 104, 13-15), fruto ‘del trabajo del hombre’, pero antes, ‘fruto de la tierra’ y ‘de la vid’, dones del Creador. La Iglesia ve en el gesto de Melquisedec, rey y sacerdote, que ‘ofreció pan y vino’ (Gén 14, 18), una prefiguración de su propia ofrenda (ver MR, Canon Romano 95).”

1334: “En la Antigua Alianza, el pan y el vino eran ofrecidos como sacrificio entre las primicias de la tierra en señal de reconocimiento al Creador. Pero reciben también una nueva significación en el contexto del Exodo: los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto. El recuerdo del maná en el desierto sugerirá siempre a Israel que vive del pan de la Palabra de Dios (Deut 8, 3). Finalmente, el pan de cada día es el fruto de la Tierra Prometida, prenda de la fidelidad de Dios a sus promesas. El ‘cáliz de bendición (1 Co 10, 16), al final del banquete pascual de los judíos, añade a la alegría festiva del vino una dimensión escatológica, la de la espera mesiánica del restablecimiento de Jerusalén. Jesús instituyó su Eucaristía dando un sentido nuevo y definitivo a la bendición del pan y del cáliz.”

1335: “Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (ver Mt 14, 13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (ver Jn 2, 11) anuncia ya la hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (ver Mc 14, 25) convertido en Sangre de Cristo.”

1336: “El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos, igual que el anuncio de la pasión los escandalizó: ‘Es duro este lenguaje, ¿quién puede escucharlo?’ (Jn 6, 60). La Eucaristía y la cruz son piedras de tropiezo. Es el mismo misterio y no cesa de ser ocasión de división. ‘¿También vosotros queréis marcharos?’ ( Jn 6, 67): esta pregunta del Señor resuena a través de las edades, como invitación de su amor a descubrir que sólo El tiene ‘palabras de vida eterna’ (Jn 6, 68) y que acoger en la fe el don de su Eucaristía es acogerlo a El mismo.”

ACTUEMOS

Jesús, los signos y nuestro compromiso.

En algunas Misas llevamos ofrendas y explicamos lo que ellas significan. Hoy hemos visto lo que son ofrendas, alianza, pan y vino.

Preguntémonos:

El pan:

Siempre será alimento, signo de entrega, fidelidad, de unidad...
· ¿Cómo acoges hoy a Jesús, Pan de vida?
· ¿A qué compromiso te invita hoy Jesús?
· ¿Qué podemos hacer por los que no tienen pan?

El vino:

Símbolo de la esperanza en el Mesías.
· ¿En qué pones tu esperanza?
· ¿Cómo vives la esperanza? ¿La vives al estilo de Jesús?
· ¿Crees en tí, en las personas, en Dios?

Alianzas personales y comunitarias, de Iglesia:
· ¿Cuáles alianzas es urgente renovar hoy?

CELEBREMOS


Reunidos en torno al Señor, también hoy nos invita a acogerle y a compartir su vida. Somos integrantes de la Iglesia y se nos ha entregado el mandato de ser signos de su Reino, Eucaristías vivientes. Al lado de nuestro signo, de nuestro gaffette, vamos a poner un signo que nos motive a ser conscientes de que queremos ser signos Eucarísticos, signos de Dios.

Renovando nuestro deseo de ser signos creíbles, llenos de vida y de amor, elevamos a Dios la oración que nos enseñó nuestro salvador: Padre Nuestro...

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