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Tiempo Ordinario

Jesús reprende a los legistas
Lucas 11, 47-54. Tiempo Ordinario. Lo más importante es enseñar a ser hombres íntegros.


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según san Lucas 11, 47-54

«¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis. «Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido». Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

Reflexión

Cada uno de los padres de familia son educadores de sus hijos. Los padres nos enseñan a caminar, a hablar, a sonreír... pero, ¿se darán cuenta de la importancia que tiene esta enseñanza básica para la vida de sus hijos? ¿Realmente ponen todo lo que está de su parte para que aprendan a ser hombres o mujeres íntegros? Pues Cristo nos pone en guardia.

Él regaña a los legistas, que eran aquellos que enseñaban a la gente sobre las leyes del pueblo hebreo. Los regaña porque sabiendo las cosas no las daban a conocer a los demás, sino que se las callaban para que nadie, ni siquiera ellos, pudieran contradecirse. Esto esta muy mal para quienes enseñan a los niños, porque ellos están en edad de aprender, y si no se les enseña con verdad, se pueden perder para siempre.

Por eso pidamos a Jesús que nos enseñe a enseñar a nuestros hijos y a aquellos a quienes nos ponga delante todo lo que sabemos, así ellos estarán preparados después para lo que les prepare la vida.








 



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